EDITORIAL: EL DRAMA
DE SIRIA
En los 7 primeros meses del año en curso, hemos publicado en este blog 6 artículos
sobre la situación en Siria. Hoy la actualidad de la guerra se ha desplazado a
la segunda ciudad del país. Alepo es la capital económica de Siria y, que hoy
se esté luchando en sus calles, no es una buena noticia para nadie pero, menos
aún, lo es para el régimen de Bachar el Assad. Nadie cree realmente que la
ciudad va a ser total y definitivamente conquistada por el Ejército Sirio Libre
(ESL). Más bien, los rebeldes del ESL están hoy ante un tipo de escenario
"standard" que se genera cuando tropas irregulares, o de modalidad guerrillera,
se enfrentan a un ejército profesional.
La entrada en Alepo del ESL, hace una semana significó, un golpe muy
significativo para el régimen alauita (que, por otra parte, acababa de sufrir
un atentado devastador en el seno de su mas protegido e íntimo reducto).
Corazón económico de Siria, Bachar el Assad cuenta (¿o contaba?) con la riqueza
de la ciudad de Alepo para financiar un esfuerzo de guerra que comienza a ser
pesado. “Todos los
comerciantes teníamos que pagar al régimen. Si no hacíamos lo que decían nos
quemaban las fábricas y los negocios. Por eso nos hemos unido al ESL”, señalan muchos manifestantes y
recién reclutados por el ESL ante las cámaras internacionales.
Pero, a su vez y a pesar de ello, los sublevados no consiguen controlar
totalmente la ciudad y su llegada no fue vivida como una verdadera "liberación"
por su población. Ya hace tiempo que sabemos que la población siria está muy
dividida ante los acontecimientos y, si Bachar el Assad está muy lejos de ser
querido por nadie, los 2 grandes bloques de sublevados (el ESL y el Consejo Nacional
Sirio – CNS), no consiguen convencer, realmente y de una buena vez por todas, a
la población. Sus relaciones mutuas no son totalmente claras ni para los
ciudadanos ni para los observadores. Su triunfo eventual pondría en cuestión
equilibrios religiosos, culturales, regionales, familiares demasiado antiguos y
arraigados y, ante eso, los rebeldes no han ofrecido nada nuevo muy convincente
hasta ahora.
El resultado fue que Alepo quedó sólo parcialmente ocupada por las tropas
rebeldes. Algunas fuentes indican que el 60% de la ciudad estaba, al inicio de
este fin de semana, en manos del ESL. Pero algunos barrios fueron retenidos por
los sectores oficialistas y las autoridades que no huyeron inmediatamente y,
otros, fueron rápidamente tomados por el Ejército Sirio Libre.
Triunfo a medias para los rebeldes y problema táctico mayor para el
ejército. Aunque Alepo no está realmente "perdida" para el régimen,
éste no puede dejar que los rebeldes controlen indefinidamente un grupo
importante de sectores de la ciudad. En esos sectores, no hay mas remedio que
enviar a la infantería: los tanques no tienen espacio para operar y cada vez
que se han aventurado a ingresar, han terminado incendiados y sus ocupantes
muertos o detenidos. Hay que luchar, entonces, metro a metro y casa a casa, lo
que disminuye casi a cero las ventajas logísticas y de armamento del ejército
regular y torna un poco ridículos los vuelos rasantes de los Migs 23 rusos que,
cuando bombardean, matan indiscriminadamente a tirios y troyanos. Esto último
no es, desde luego, de particular agrado de los soldados que permanecen leales
al régimen y que suelen ser también víctimas.
El sabado 28, el ejército sirio se animó a intentar una "entrada"
desde el este y el sur de la ciudad. Los combates fueron muy duros y, hacia las
11 horas, los rebeldes sufrían múltiples bajas y, sobretodo, se mostraban
desconcertados porque no entendían cómo el ejército había llegado tan adentro
en la ciudad, Pero las pérdidas del otro lado no han de haber sido menores porque
el ejército oficialista volvió a salir de la ciudad y, el domingo, se luchaba nuevamente
sólo en los bordes de Alepo, los combates continuaban en Salaheddine en el sur,
en Nasakem Hanano y Sahrur, al este, así como en torno a la autopista hacia el
Aeropuerto.
No le queda al ejército más que la solución del bombardeo sistemático desde
los tanques estacionados a prudente distancia de los barrios fuera de control o
desde helicópteros o aviones tratando de no dañar tropas oficiales o lugares de
importancia. Tarea difícil. La mezquita del barrio de Sahrur, perforada por
obuses, es un desastre mediático para Bachar el Assad: ayer, domingo por la
noche, Al-Jazeera y Al-Arabiya mostraban la destrucción de la mezquita por las
fuerzas de Bachar el Assad a muchos millones de musulmanes en todo el mundo.
A nadie habrán de sorprender entonces los dudosos resultados globales de la
táctica empleada. Destrucción casi generalizada de la ciudad y un flujo
incontrolable de refugiados (200.000 habitantes habían abandonado la ciudad entre
el sábado y el domingo a mediodía, llevando a 1.000.000 el número total de
desplazados internos en todo el pais, a los que hay que sumar los que lo han
abandonado pasando allende fronteras) hacia cualquier parte: las zonas rurales,
Turquía, Líbano, el norte de Siria donde el gobierno empieza a perder
paulatinamente el control, etc.
Por otra parte, poco a poco, la guerra civil de Siria empieza a perder sus
rasgos informales y folklóricos. Los rebeldes comienzan a formalizar sus
"modus operandi" y, por ejemplo, el número de tanques destruídos que
mostraba la televisión indicaba que durante todo el sábado, y parte del domingo,
los combates habían sido duros. En todo caso es un hecho que, a 48 horas de
lanzado el contra-ataque del gobierno, los rebeldes siguen allí y no parecen
haber perdido posiciones. Y aunque no sabemos bien en qué estado es que se
encuentran los rebeldes, todo parece indicar que no han sufrido demasiado el
castigo.
Y ello se sabe en parte porque otras de las novedades evidentes (aunque no
se hable de ella) es que, de un mes a la fecha, y particularmente en Alepo, la
prensa internacional se está moviendo con creciente comodidad. Recordemos que
cuando los combates de Homs, las escasas imágenes que llegaban provenían de los
teléfonos celulares de los habitantes sirios y su confiabilidad era escasa, Hoy
las grandes agencias (AP, AFP, BBC y Reuters) ya tienen a alguien en Alepo: Al-Jazeera,
BBC y Televisión Francesa están mostrando constantemente imágenes muy cercanas
a los combates.
Aunque los rebeldes dicen carecer de armas pesadas (la prensa internacional
confirma eso con la excepción de algunas piezas sustraídas al ejército regular)
y solicitan con insistencia a sus principales proveedores (Arabia Saudita,
Qatar y, en menor medida, Turquía) que les proporcionen elementos bélicos adecuados
para enfrentar el armamento iraní y ruso que llega masivamente, es obvio que el
régimen está encontrando cada vez más dificultades.
Los rebeldes, al tiempo que solicitan armas de porte, piden que las
Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad tomen alguna medida para detener la
matanza (sobretodo de civiles que pocas chances tienen de sobrevida atrapados
entre dos fuegos). Las posibilidades de que las Naciones Unidas puedan
efectivamente intervenir (decretando una zona de interdicción de vuelo,
asegurando corredores humanitarios, convocando a las partes a acordar normas
civilizadas para el trato de prisioneros, etc.) son remotas.
La responsabilidad de este bloqueo político internacional descansa
fundamentalmente en Rusia, en Vladimir Putin y en su compinche Dmitri Medveded.
Estos 2 últimos ya funcionan como dos perfectos estafadores de la democracia. Salvando
las distancias son como los Kirchner, como Lula y Dilma, como los Castro, como la
familia el Assad, como los antiguos presidentes mexicanos del PRI y, en general,
como todos estas noveles ”parejas” que parecen haber contraído matrimonio para
perpetuarse en el poder. En los países de trascendencia internacional menor, el
tema no deja de lastimar a la población autóctona pero no tiene efectos
globales mayores. Sólo son dictadorzuelos locales.
En el caso de Rusia el uso incontrolado del poder, y el autoritarismo
desenfrenado que estos dos personajes han desatado, está permitiendo que este
país chantajee al mundo entero con la siguiente alternativa: “…si tocan a Siria, retiro mi veto al
programa nuclear iraní…”. Hace mucho tiempo que sabemos que la política
internacional, cuando se vuelve estrictamente ”realista”, puede prescindir de
toda referencia moral. Desgraciadamente, lo que los dos tristes “zarevich“ de
pacotilla, que mangonean en una acomplejada Rusia, no se dan cuenta es que,
cuando quieran revisar su estúpida oferta de “…o Siria o la bomba de Irán…”, este último país ya va a tener sus
ogivas apuntando también hacia Moscú y los tchechenos estarán planeando la
voladura del Kremlin…