lunes, 7 de marzo de 2011

WIKILEAKS en las provincias remotas del Sur

WIKILEAKS en las provincias remotas del Sur


El diario "EL País" de Montevideo comenzó a fines de la semana pasada la publicación de los cables que el australiano Julian Assange comenzó a hacer públicos desde el año pasado. 

Aunque sobre las intenciones, metodología y valores éticos del Sr. Julian Assange ya nos pronunciásemos oportunamente en sendos editoriales de "LETRAS INTERNACIONALES" el año pasado, la iniciativa del diario "El País" es excelente. La prensa está precisamente para eso, para informar responsable y reflexivamente sobre todo lo que acontece. Aunque sepamos que mas del 90% del material difundido por Assange es rutina diplomática transformada en escandalete para chismosos, y que, además, seamos conscientes que lo de Assange es sólo una operación más de "enchastre" contra los EE. UU., eso no es tema ni de El País de Madrid, de Le Monde,  de Der Spiegel,  de The Guardian, de The New York Times, de El País de Montevideo o de todos los que vengan a sumarse con el tiempo. El problema de esa información es, en primer lugar, de Assange y hacen bien estos periódicos en dejar librado al buen juicio de su redaccción  lo que se publique y al buen juicio de los lectores qué  leerán o no leerán de la dudosa empresa de Wikileaks. Si Jack el Destripador vuelve a aparecer en las brumosas noches de Londres, la prensa seguramente retomará la noticia por más que ya conozcamos la historia hasta el hartazgo. Es su tarea.

Ahora resulta que, como resultado de esta iniciativa de "El País", comienzan a aparecer los cables enviados a Washington desde la embajada norteamericana en Montevideo. La semana pasada vimos algunos chusmeteos de entrecasa donde los políticos de la Fuerza política en el gobierno se insultaban y maltrataban entre sí y, como era  previsible, todo era de la dimensión de nuestra política en los tiempos que corren:  absolutamente irrelevante.

Pero en el día de hoy, "El País" publica cables que aluden al conflicto llamado "de las pasteras", entre Uruguay y Argentina, que tuvo su punto mas álgido en el año 2006 durante los gobiernos del presidente Tabaré Vazquez y del finado presidente Kirchner, y que todos fingen que consideran  un conflicto que se ha superado. En realidad,  desde entonces, la Argentina no ha dejado de manifestar su animadversión  hacia  el Uruguay en prácticamente todos y cada uno de los temas bilaterales que, naturalmente, son muchos. Es más, la población uruguaya tiene claro que cualquier mañana de éstas, no solamente el ingreso de las exportaciones uruguayas a Argentina será bloqueado sino que nuestro vecino puede cortarnos el gas, paralizar el funcionamiento de la Comisión Administradora del Río Uruguay, interrumpir el intercambio energético o cualquier exabrupto de ese tipo. Nada de maldad hay en ello. Esa es su mecánica política y por 3 puntos de rating en la opinión pública el gobierno argentino y su presidenta actual pueden someternos a todo tipo de dislate.

El aspecto jocoso (si obviamos el penoso espectáculo internacional que ofrece la Argentina al mundo) es que los cables de la embajada norteamericana ponen el acento es un tema que un gran número de uruguayos conocen desde siempre (o, para ser más precisos, desde casi siempre: desde 1945) hasta la fecha. Según los cables de la embajada de los EE.UU. varios funcionarios del gobierno del Presidente Vazquez habrían opinado que el gobierno peronista kirchnerista era más fascista que de izquierda.

Quienes han seguido este blog en su corta vida, o quienes son lectores asiduos de "LETRAS INTERNACIONALES", han de tener claro que con el gobierno del presidente Vazquez, o con su sucesor, el gobierno del presidente Mujica, no nos une nada más que el escrupuloso respeto que merece todo gobierno legítimamente electo. Pero en este tema, creo que no solamente quien esto escribe, sino una amplísima mayoría de ciudadanos uruguayos, de todos los partidos y sectores políticos del país, concuerda al pie de la letra, con esas afirmaciones que, dice Wikileaks, los diplomáticos norteamericanos recibieron de funcionarios del anterior gobierno del Frente Amplio, sobre el gobierno argentino. Es más, agregaríamos que ante los últimos desbordes sindicales de fines del año pasado, y frente a los reiterados resbalones y tentaciones populistas que el gobierno Mujica se empeña en reiterar, estas supuestas opiniones de funcionarios y políticos frenteamplistas del anterior gobierno nos transmiten algo de tranquilidad.

En otros términos, y como dijésemos oportunamente, Wikileaks nos informa de obviedades de todos conocidas y desde hace tiempo, pero con el "aroma" de que el lector está accediendo a algo "reservado" o "secreto": a quien le guste que lo disfrute. Pero seguimos pensando que todo eso es muy pequeño; la política, y particularmente la internacional, es una actividad seria y noble que no merece ser reducida a las conocidas barbaridades autoritarias del peronismo de turno ni al exhibicionismo compulsivo de Julian Assange.