domingo, 18 de diciembre de 2011

EL BOSÓN DE HIGGS




EL BOSÓN DE HIGGS

 


Durante las pasadas semanas la actualidad internacional se vió realmente renovada por la aparición de una noticia que no forma parte de los temas que suelen habitar los titulares. Un poco predecible personaje para el común de los mortales y para los analistas internacionales, el ”bosón de Higgs”, se asomó a los titulares de la actualidad. Aparentemente, el ”bosón“, o mejor dicho la imagen que genera, se parecería a esta estructura geométrica que exhibimos arriba.

Ya a mediados de este año, Rolf Heuer, el Director general del Laboratorio Europeo de Física de Partículas cito en Ginebra (el CERN),  se animó a adelantar que los operadores del Large Hadrons Colisioner o LHC resolverían en el año 2012 si es posible admitir o no la existencia del bosón de Higgs .

En esa ocasión, durante el Congreso Internacional Europhysics que se celebraba en Grenoble (Francia), los dos grupos de científicos que trabajan por separado para descifrar la intriga que rodea la presunta existencia del bosón (ATLAS y CMS), aseguraron con optimismo tener elementos, que llamaron "intrigantes eventos" físicos, que podrían ser "...rastros de una señal del Higgs". 

Hace medio año, los científicos parecían más prudentes que ahora ya que venían de sufrir la decepción de un experimento que resultó erróneo del equipo ATLAS el pasado abril. En aquella ocasión los dos grupos trataron de ser prudentes y defendieron que harían falta todavía meses de trabajo y muchos más datos para poder anunciar un positivo.

Pero recientemente, los entusiastas físicos de ambos equipos han vuelto a la carga con algo más de seguridad en sí mismos. En conjunto, los representantes de ambos equipos, Fabiola Gianotti (ATLAS) y Guido Tonelli (CMS), explicaron cómo, luego de realizar billones de colisiones de partículas subatómicas durante varios meses, consiguieron encontrar un pequeño número de colisiones que podrían ser portadores de la «firma» del bosón de Higgs. Según ellos, el objetivo de la investigación, no era dar con el bosón de Higgs en sí mismo, ya que su vida, como es el caso para la mayoría de las partículas, es particularmente efímera, sino más bien encontrar las trazas energéticas de su desintegración.

Aunque los lectores sabrán disculpar la inevitable falta de conocimientos y de precisión en la materia, parece evidente que los experimentos en juego constituyen ejemplos perfectos de las modalidades de funcionamiento de la física teórica moderna que, en buena medida, naciese a finales del siglo XIX y que se revelase abiertamente al mundo con el memorandum sobre la relatividad restringuida o especial de Einstein de 1906 completado, en 1916, por la teoría de la relatividad general. La gran paradoja que contradice la creencia más común sobre la ciencia moderna y que se iniciase con la revolución de la física no newtoniana radica en que es una física construída matemática y teóricamente que sólo mucho después encuentra su confirmación empírica. En el caso de la relatividad de Einstein, recién en 1932 se obtuvo una prueba de laboratorio sobre algunos de los aspectos de la teoría.

Hoy los científicos del LHC lo que están tratando de ”encontrar” son los rastros de energía de una hipotética ”cosa“ predicha teóricamente por Peter Higgs en 1964 y que sería la fuente de la configuración de todas las partículas que forman parte de lo que se llama ”el modelo Standard de la física“.

Para encontrar “la prueba empírica“ de la idea de Higgs, que permitiría completar con cierta coherencia el modelo de configuración de la matería, el experimento consiste en acelerar en sentido contrario dos protones casi a la velocidad de la luz para que choquen dentro del acelerador y produzcan, al desintegrarse, una «cascada» de eventos en los que se crean y desintegran partículas de vida muy efímera algunos de esos eventos podrían concordar con las características previstas por Higgs para su bosón.

Aunque, los resultados obtenidos todavía no son concluyentes, los científicos parecen seguros que están a poca distancia de uno u otro resultado. Si confirman la existencia de la ”huella” energética del bosón, habrán consolidado el modelo de estructura de la materia que se ha construido en las últimas décadas así como gran parte de la teoría del Big Bang y sus derivaciones. Si se descarta al esquivo bosón de Higgs, entonces muchas cosas deberán ser reconsideradas.

Ver Links

http://www.bbc.co.uk/news/science-environment-15991392