viernes, 3 de febrero de 2012

México y Estados Unidos: el panorama político y la relación bilateral

REPRODUCIMOS ESTA NOTA ELABORADA POR EL GRUPO COPPAN 2050 SOBRE EL MOMENTO ESPECIAL DE MÉXICO, DE LOS EE.UU. Y DE LA RELACION BILATERAL


ANALÍTICA INTERNACIONAL                       
Coppan 2050 A.C.  (1)                       

México, D.F., Enero 31, 2012                        


México y Estados Unidos: el panorama político y la relación bilateral

Cada doce años coinciden los ciclos electorales en México y en Estados Unidos; la
elección presidencial se realiza con pocos meses de distancia. La última vez que
coincidieron, los presidentes electos George W. Bush y Vicente Fox trabajaron una
agenda bilateral en la que se daba prioridad al tema migratorio. Este proceso se vio
frenado por los eventos del 11 de septiembre de 2001. Con ello también se frenó el
impulso a la relación bilateral que habían dado ambos mandatarios. George W. Bush
cambió el rumbo de la política exterior estadounidense que enfocó en la lucha contra
el terrorismo y la relación con México paso a un plano muy secundario. Esta
situación no se revirtió durante sus ocho años de gobierno.

Once años después la agenda se encuentra dominada por el tema de la lucha contra
el crimen organizado y el narcotráfico (Iniciativa Mérida) y la relación se ha vuelto
más vulnerable a las coyunturas internacionales. El tema dominante en las
campañas estadounidenses es la situación económica, tema que controla la agenda
política y el discurso de los candidatos presidenciales. En este contexto, el tema de la
inmigración se ha convertido en rehén del tema económico. Las resistencias a una
reforma migratoria son mayores que hace 12 años y el tema es prácticamente
inexistente en la agenda bilateral.

En México, el tema más recurrente entre los candidatos es la seguridad pública, en
respuesta al incremento de la violencia durante la gestión del presidente Calderón.
La situación de la violencia en los estados más afectados se ha convertido en una de
las prioridades entre el electorado. La reforma política y el proyecto de país en
términos ideológicos son puntos que también han sido abordados por los
precandidatos durante el inicio de las precampañas (a pesar de la legislación
electoral en México es difícil precisar el inicio de las campañas).

En Estados Unidos el tema central de las elecciones será la recuperación económica.
Para el electorado la prioridad es la reactivación de la economía y la generación de
empleo. Los precandidatos republicanos se esfuerzan por presentar la mejor
propuesta para resolver la situación, al tiempo que el presidente Obama defiende su
manejo de la crisis y señala que los problemas se deben a la parálisis legislativa.
La relación bilateral también ha sido objeto de debate entre los políticos
estadounidenses en el marco de la situación de la violencia y el crimen organizado.
La relación con nuestro país, que ahora se ha centrado en torno a estos temas, se
considera una prioridad para Estados Unidos en la medida en que presenta una
amenaza a su seguridad nacional. Los candidatos, los funcionarios, los medios y la
opinión pública, ven ahora en la relación con México una situación de riesgo que
debe ser contenida. La relación con México no se plantea como una oportunidad. La
relación económica se da por sentada y la cooperación en el tema laboral (que incluye
la administración del tema migratorio) ni siquiera se menciona.
Los republicanos critican la postura de la administración Obama y para algunos la
situación en México debe considerarse como un frente más en la lucha contra el
terrorismo y debe ser tratado como tal, incluso con presencia militar.

Si bien los comentarios más extremos los hicieron los precandidatos más
conservadores que ya se retiraron de la contienda, la retórica permanece, lo mismo
que la imagen de México como un peligro para Estados Unidos.

La relación también se ha visto afectada por las coyunturas internacionales. Desde el
11/09/01, cuando la prioridad en fortalecer los vínculos entre ambas naciones fue
sustituida por la necesidad de contener el terrorismo y defender el territorio
estadounidense, el gobierno mexicano no ha logrado insertar la relación bilateral en
la agenda estratégica de Estados Unidos. Las prioridades han pasado de la lucha
contra el terrorismo a las guerras en Medio Oriente; de ahí a la Primavera Árabe y al
rebote de la crisis financiera del 2008. En este contexto la relación con México se ha
acotado a la lucha contra el narcotráfico. Poco o nada se ha hecho por fortalecer la
relación económica; la dinámica de la frontera común o por avanzar en un esquema
de flujos legales y seguros de la fuerza laboral.

Los precandidatos presidenciales mexicanos también basan su discurso en restaurar
la seguridad en la vida cotidiana en México. La relación con Estados Unidos se
considera prioritaria. Los candidatos coinciden que es importante poner a México en
la lista de prioridades de Estados Unidos, aunque poco se ha dicho sobre cómo
lograrlo. No obstante, existe un consenso respecto de que, aparte de la situación del
crimen organizado y la seguridad, el tema más urgente para la relación bilateral es el
tema migratorio y el fortalecimiento de la relación económica.

Los candidatos estadounidenses tienen diferentes posturas al respecto. Mientras que
uno de los punteros en las primarias republicanas y ex vocero de la Cámara de
Representantes, Newt Gingrich, ha manifestado su inclinación por una amnistía a los
inmigrantes que ya se encuentran en suelo estadounidense y el establecimiento de
un programa de trabajadores temporales Mitt Romney, el favorito a ganar la
candidatura presidencial republicana, asegura que tratará el tema con mano dura:
fortalecerá la frontera y deportará a los inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
La radicalización y polarización del electorado estadounidense ha contribuido a la
retórica anti inmigrante entre los republicanos, que otrora contaban con un apoyo
importante de la comunidad latina. El Tea Party, la facción de extrema derecha del
partido republicano, empoderado en los últimos tiempos, ha obligado a los
candidatos a desplazarse hacia la derecha en el tema migratorio, la situación que ha
resultado en posturas antiinmigrantes cada vez más duras.

Los demócratas no representan hoy en día una opción mejor para los inmigrantes
puesto que Obama, con la esperanza de conseguir concesiones en el Congreso, ha
fortalecido la seguridad fronteriza, pero sin avanzar en el tema migratorio. En su
último discurso sobre el estado de la Unión recalcó la importancia de dicho acuerdo.
Entre ambos países existen muchísimas áreas de interés y puntos de acuerdo para
poder fortalecer la relación bilateral. Existen también temas de urgencia que pueden
ser tomados como punto de partida. La elección al mismo tiempo favorece que se
reimpulse el fortalecimiento de vínculos entre ambas naciones. Es importante que
México logre reinsertarse en la lista de prioridades de Estados Unidos con una
estrategia clara, propuestas de acción y capacidad para asumir compromisos que le
den mayor sustento y solidez a la relación. Es tiempo de prepararse.

*De “ANALÍTICA INTERNACIONAL”. Grupo COPPAN 2050 A.C., México.
Con la colaboración especial de Paola Iza
(1) http://coppan.com/index.php/acerca-de-coppan/