viernes, 16 de marzo de 2018

UN PRIMER ESPIA DESENMASCARADO ¿CUANDO SEGUIMOS CON LOS OTROS ?







imagen del contenido Fernando López D'Alesandro







Desde el fin de la Segunda Guerra y hasta la fecha, el discurso de la autoproclamada izquierda nacional repitió, repite y repetirá “ad nauseam” que “los espías” que operan en nuestro pais los manda el imperialismo norteamericano en búsqueda de consolidar “la esclavitud de nuestros pueblos”. 

Por razones no demasiado explicitas, ahora, esa izquierda de sensibilidad social solo autoproclamada y de tarjeta corporativa generosa con los haberes públicos, se digna reconocer que, en realidad, Vivian Trías, el gran traidor del Partido Socialista, el pseudo historiador que copió y recopió la plana de los rosistas y peronistas argentinos, no era otra cosa que un canallita a sueldo del totalitarismo soviético.

Esta información, por nimia que parezca, (y que los es, para la historia en serio) resulta importante que sea divulgada para las nuevas generaciones que no tenían 18 años en la decada de los 60. Para nosotros que vivimos la destrucción de la democracia uruguaya financiada y orquestada desde Cuba, lo de Trías era comidilla diaria. Como lo era un importante número de personajes “marxista-leninistas” (que jamás leyeron a ninguno de esos “próceres de la teoría revolucionaria”) o la gran mayoría de los “guerrilleros” súbitamente transformados en “libertadores” desde Cuba. Ello no quiere decir que todos los espias operando en Uruguay siempre fueron financiados por la URSS, Cuba, ultimamente Venezuela y algún vecino o entrometido bien remunerado. Siempre hay efectivamente algun nombre sorprendente, Pero la lista de los empleados a sueldo de la “revolución” es larga y, para los nacidos antes de 1950, sus apellidos (portados ahora por sus descendientes) pueblan el gobierno, los sindicatos, la intelligentzia, la “cultura”, los medios. La incógnita es hasta donde algunos personajes de la izquierda uruguaya van a llevar sus arranques de sinceridad. Todo indica que no muy lejos.


POR Fernando López D'Alesandro

15.03.2018

A mis tres queridos amigos y compañeros.

Un peritaje caligráfico confirmó que Vivian Trías escribió los informes a la inteligencia checoslovaca, entre ellos el que analiza positivamente el golpe de estado de 1976 en Argentina y otro donde afirma su protagonismo en la transformación del Partido Socialista de Uruguay en marxista-leninista, ideología afín con la de sus jefes del STB checoslovaco.

La confirmación científica de la autenticidad de los papeles checos termina con una polémica sobre la legitimidad de la documentación, contra las resistencias que levantaron en ámbitos intelectuales y políticos.

La revelación de los archivos checoslovacos con los informes de Vivian Trías a sus superiores provocaron muchas y variadas reacciones. Las más llamativas, sin duda, fueron las negadoras en sus más diversas gamas. Es la reacción emocional de aquellos que se vieron tocados en su identidad, pero también están los escépticos que reflejan una forma de pensar y de actuar en lo político y en lo intelectual.

Las trampas de la lógica 

Se cuestiona la autenticidad de los documentos con argumentos sorprendentes. Así, el hecho de que dos analistas de derechas estudiaran los legajos alcanza para deslegitimar los archivos. Parece que sólo una parte del espectro ideológico de los historiadores está en condiciones de acceder a los papeles. Si los estudiosos no responden a ciertos parámetros doctrinarios la documentación se vuelve, por lo menos, sospechosa. También el hecho de que el scanner de los textos resulte borroso para algún lector, anula la validez de los papeles, haciendo de la interpretación un problema óptico y no de análisis de contenido.

Quizá lo más asombroso es que los cuestionadores de la legitimidad no vieron ni uno sólo de los documentos en cuestión. Son cinco mil folios, que contienen unos dos mil quinientos documentos, discutidos por gente que nunca los leyó ni se preocupó en averiguar cuál es el repositorio. Son los Archivos de los Servicios de Seguridad -en checo Archiv Bezpecnostních Slozek- creados por el parlamento checo para concentrar la documentación de la dominación nazi y de la época comunista.

Asimismo el hecho de que estén en Praga volvería dudosa la autenticidad. Parece que sólo la documentación histórica al alcance es verdadera. "Admirable lógica" como decía Emilio Frugoni.

Según este enfoque los dos mil quinientos documentos fueron, de alguna forma, fraguados. ¿Para qué? Las respuestas obvias: la conspiración de "la derecha" o una gama de intrincados argumentos que aburren sólo de enumerarlos. Según este juicio, uno o varios checos se tomaron el trabajo de escribir cinco mil folios donde aparecen nombres de personas que no pudieron conocer en sus roles militantes durante 1964 y 1976. ¿Cómo pudieron saber los escribas del STB quién era y qué hacía Fernando Rodríguez? El que fue luego autor de la Actas Tupamaras colaboró con Trías y aparece nombrado en la documentación, al igual que Daniel Aljanati, Antonio Di Caterina, Carlos Real de Azúa, el escribano Alfredo Abette, Ramón Puig o Javier Guridi y otros que no nombro por discreción pues aún viven. Aclaro que ninguno de ellos sabía que colaboraba indirectamente con el STB.

Las conclusiones son dos: los checos conocían minuciosamente y mejor que sus integrantes la interna del Partido Socialista y redactaron los informes para perjudicar a la izquierda uruguaya del siglo XXI, o era Vivian Trías quien informaba a sus superiores. Decida usted cual es la opción más lógica y sensata.

La metodología de análisis histórico está ausente en todos los sentidos y en todas las gamas para los que cuestionaron la veracidad de la documentación. Pero así como la razón destroza los argumentos que cuestionan la autenticidad de los papeles checos, la ciencia también tiene algo que decir.

La caligrafía y el marxismo leninismo

Hace muchos años el entonces dueño de la librería Minerva, Carlos Julio Gutiérrez, compró la biblioteca histórica de Vivian Trías. Tuve el honor de ser el primero en enterarme y con esfuerzo y crédito compré muchos volúmenes que hoy están en los estantes de mi estudio. No me interesaban los libros en sí, lo que motivó la inversión eran las anotaciones que Trías hizo al margen de las páginas, donde dialogaba con los autores y dejaba testimonio de sus pensamientos. El más glosado fue "Extracción Social de los Caudillos 1810-1870" de Ruben H. Zorrilla. En algún momento se lo mostré a alguien cercano a Trías, que reconoció su letra emocionado.

Ante los cuestionamientos decidí acudir a la ciencia. María Gabriela March es la presidente de la Asociación de Peritos Calígrafos de Uruguay y Luis Pablo Franzini es otro reconocido técnico en la materia. Ambos compararon la letra del libro anotado por Trías de mi biblioteca con las anotaciones y las correcciones escritas de los scanners de los documentos checoslovacos. Luego de un detallado estudio, concluyeron: "Todo lo expuesto nos permite concluir que los manuscritos que lucen en los documentos cuestionados e ilustrados ut supra, encuadran dentro de los parámetros entre los que fluctúan los caracteres que surgen de los manuscritos que usted nos proporcionara como pertenecientes indubitablemente a la autoría gráfica de Vivian Trías". 

La coincidencia es total. Les adjunto el dictamen de estos dos profesionales -en las pericias judiciales sólo alcanza con un perito, acá presento a dos- y los materiales indagados.

Me interesaban especialmente dos documentos. El que Trías escribió analizando el golpe de Jorge Rafael Videla. No queda duda que es auténtico, su letra está allí corrigiendo errores... de redacción, claro. El otro era la semblanza de Eduardo Galeano, donde Trías admite a texto expreso que instaló las opciones marxistas-leninistas como "nuevas orientaciones" en el Partido Socialista, haciendo mérito ante sus jefes.

A partir de ahora, entonces, debemos reubicar el debate. Algunos consideran prioritario estudiar la influencia del vínculo checoslovaco en la "nuevas orientaciones marxistas leninistas" de Trías y de su partido, lo que es muy válido e importante. Otros creemos que los papeles checos iluminan procesos más largos y complejos, que aclaran el rol del revisionismo, del socialismo nacional y de sus fracasos. Nos importa especialmente, a la luz de los nuevos archivos, la relectura que Trías hizo de la historia de largo plazo del Río de la Plata, su visión sesgada del federalismo rosista y luego de los nacionalismos populares, que tuvieron tanta influencia en las cosmovisiones de la izquierda y llevaron a enfoques equivocados sobre las dictaduras de la década de 1970.

En conclusión, la lógica y la ciencia confirman que los documentos son auténticos y que fueron redactados por Vivian Trías como trabajo para la inteligencia checoslovaca. Esa es la verdad. Ahora llegó el momento de estudiar los contenidos y del análisis histórico. Todo lo demás son palabrerías, o excusas, o insultos a la inteligencia.
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