lunes, 18 de marzo de 2019

LA HISTÓRICA INMORALIDAD DEL CASTRISMO AL SERVICIO DE LA NEO-INMORALIDAD BOLIVARIANA





               THE NEW YORK TIMES

Nicolás Maduro usó a médicos cubanos y a los servicios de salud para presionar a los votantes




Yansnier Arias sabía que estaba mal. Violaba la constitución y además el juramento que hizo para ejercer como médico en Cuba.

Había sido enviado a Venezuela por el gobierno cubano: era uno de miles de médicos desplegados para reforzar los vínculos entre ambos aliados y para mitigar el colapso del sistema de salud en Venezuela.
 
Aunque con la reelección del presidente Nicolás Maduro en juego, no estaba permitido que todos recibieran tratamiento, dijo el doctor Arias.
Un paciente de 65 años con insuficiencia cardiaca llegó a la clínica y requería con urgencia de oxígeno, según Arias. Recordó que los tanques estaban listos, en otra habitación.
Pero señala que sus superiores cubanos y venezolanos le dijeron que el oxígeno debía usarse como arma política: no para las emergencias médicas del día, sino para repartirse cuando la elección estuviera más cerca, como parte de una estrategia nacional para obligar a los pacientes a votar por el gobierno.
El 20 de mayo de 2018, día de los comicios, estaba cerca y el mensaje era claro, recordó Arias: Maduro necesitaba ganar a toda costa.
“Sí había oxígeno, pero no me permitían usarlo”, dijo Arias, quien abandonó el programa médico del gobierno cubano a finales del año pasado y ahora vive en Chile. “Había que dejarlo para las elecciones”.
Maduro y sus partidarios han usado a su favor el colapso económico de la nación para mantenerse al mando de Venezuela: han tentado a votantes hambrientos con comida, han prometido subsidios adicionales con la victoria de Maduro y han exigido que la gente que acudiera a las urnas presentara los carnets de identificación partidista para el reparto de raciones del gobierno.
Pero quienes han participado en dichos ardides cuentan que Maduro y sus simpatizantes también han estado usando otra herramienta: el cuerpo médico internacional de Cuba.
Dieciséis integrantes de las misiones médicas cubanas a Venezuela —un elemento clave de las relaciones entre esos dos países— describieron un sistema de manipulación política deliberada en el que sus servicios se usaron para afianzar los votos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a menudo a través de la coerción.
Se usaban muchas tácticas, dijeron los doctores, desde simples recordatorios para votar por el gobierno hasta denegar tratamiento a los simpatizantes de la oposición que tienen enfermedades mortales.


Pacientes en un hospital en San Cristóbal, Venezuela, en febrero de 2019 
Foto: Credit Meridith Kohut para The New York Times

Los médicos cubanos comentaron que se les ordenó ir puerta por puerta en barrios pobres para ofrecer medicinas y advertir a los residentes que se les cortaría el acceso a los servicios médicos si no votaban por Maduro o por sus candidatos.
Muchos dijeron que sus superiores les instruyeron a hacer las mismas amenazas en consultas a puerta cerrada con pacientes que buscaban tratamiento para enfermedades crónicas.
Una exsupervisora cubana indicó que ella y otros trabajadores médicos extranjeros recibieron carnets de votación falsos para participar en una elección. Otra doctora dijo que les ordenaron dar instrucciones precisas sobre el voto a pacientes de edad avanzada cuyas enfermedades los hacían susceptibles a la manipulación.
“Son cosas que no debimos haber hecho nunca en la vida”, dijo. Como otros de los entrevistados, habló con la condición de mantener el anonimato por temor a que ella y sus familiares enfrenten represalias por parte de las autoridades cubanas o venezolanas.
Los recuentos de la manipulación y el fraude subrayan los múltiples desafíos a la legitimidad de Maduro como presidente. Después de su toma de posesión para un segundo mandato, en enero, la legislatura controlada por la oposición declaró a su líder, Juan Guaidó, como el presidente encargado y tildó a las elecciones de antidemocráticas.
Más de cincuenta países, incluido Estados Unidos, ahora reconocen a Guaidó como presidente, aunque Maduro mantiene las riendas del poder.
Los opositores de Maduro suelen acusar a Cuba, que desde hace mucho depende del petróleo venezolano, de apuntalar a su gobierno con el envío de agentes que trabajan en los servicios de inteligencia venezolanos con el fin de ayudar a su aliado ideológico a reprimir cualquier disensión.
Pero el uso de los médicos cubanos para ejercer el control político no es tan conocido, de acuerdo con los doctores. La práctica muestra de forma desfavorable un intercambio abarcador que supuestamente beneficia a todos los venezolanos, sin importar sus preferencias políticas.
El gobierno venezolano no respondió a las preguntas hechas al respecto por The New York Times, mientras que el gobierno cubano hizo notar que, durante décadas, sus doctores han sido celebrados debido a sus misiones médicas en todo el mundo, entre ellas las que involucran la lucha contra el ébola en África, la ceguera en América Latina y el cólera en Haití.
El gobierno cubano rechazó las afirmaciones de los médicos según las cuales fueron obligados a hacer estas campañas y conminados a amenazar a los pacientes con fines políticos en Venezuela; recalcó la “tarea honorable” que han cumplido.
“El impacto histórico de la cooperación en Venezuela se ve reflejada en las 1.473.117 vidas humanas que han sido salvadas”, indicó el gobierno. 
Pero los expertos en derechos humanos recalcan que ha habido un pacto especial entre Cuba y Venezuela durante las últimas dos décadas.
“El gobierno cubano quiere asegurarse de que el régimen venezolano sobreviva y está dispuesto a hacer todo a su alcance para apoyar a Maduro”, dijo José Miguel Vivanco, director del programa para las Américas de Human Rights Watch. “Es atroz”.

‘Esa es la forma de chantajearlos’

Al doctor Carlos Ramírez le encantaba su trabajo.
El cirujano dentista salió de Cuba camino a Venezuela orgulloso de la causa. Muchos de sus pacientes nunca habían visto antes a un odontólogo, dijo.
Pero odiaba una parte específica de su labor: cada fin de semana, recordó, les encargaban a él y a otros trabajadores médicos repartir medicamentos y reclutar votantes para el PSUV. Las visitas eran tan rutinarias que tenían un nombre: “Casa a casa”.



Carlos Ramírez, cirujano dentista
Foto: Credit Cristóbal Corral para The New York Times 
 

“Llegabas con vitaminas, sobre todo, y algunas pastillas para la presión arterial” y similares, dijo Ramírez, quien desertó y se fue a Ecuador después de seis años de trabajo. “Y ya que uno empezaba a congeniar, le preguntaba: ‘¿Sabe dónde está su colegio electoral? ¿Va a ir a votar?’”.

Los dieciséis integrantes del personal médico que fueron entrevistados confirmaron las visitas casa a casa que mezclaban política y salud.

Eran parte de Barrio Adentro, programa establecido por el expresidente Hugo Chávez en 2003 para procurar acceso al cuidado médico en barrios pobres de Venezuela. La nueva constitución aprobada en 1999 reconocía los servicios de salud como un derecho universal. Al volcar al país al servicio de los pobres, Chávez volteó hacia Cuba para conseguir al personal médico.

Para la isla, aún sacudida por el colapso de su anterior patrocinador, la Unión Soviética, era una transacción provechosa. Los doctores son la exportación más rentable de Cuba, con misiones médicas en más de sesenta países que le dan aproximadamente 8000 millones de dólares en efectivo. 

Venezuela pagó por los médicos con un recurso preciado: el petróleo.
Muchos venezolanos adoraban a Chávez. Así que en los primeros años Ramírez y otros doctores solamente eran instruidos para recordarles a los votantes que Chávez había asegurado que tuvieran sus medicinas y que debían agradecerle con los votos.

Pero, en 2013, Chávez falleció de cáncer. Su sucesor elegido, Maduro, no era ni remotamente tan popular y enfrentaba un fuerte desafío por parte de la oposición.
Ramírez y los otros doctores dijeron que entonces se les ordenó hacer una advertencia: si Maduro perdía la elección, el siguiente gobierno iba a romper su relación con Cuba y los venezolanos se quedarían sin cuidado médico.

“Con Chávez era difícil, pero con Maduro, de 2013 en adelante, esto se puso peor”, señaló otro doctor. “Esa es la forma de chantajearlos: ‘No vas a tener más medicamentos, no vas a tener más salud gratuita, no vas a tener más acceso a atención prenatal si estás embarazada’”.

Cuatro de los trabajadores de salud dijeron que el gobierno estableció “centros de comando electoral” dentro o cerca de las clínicas y que los operativos del PSUV enviaban a los doctores a ejercer presión entre los residentes.

Una añadió que el día en que Maduro fue votado para su primer mandato, vio a los oficiales abrir urnas y manipular los votos, incluyendo la destrucción de boletas marcadas para la oposición. Otra dijo que le pidieron, junto con algunos más, votar con credenciales falsas.

El 14 de abril de 2013 los funcionarios electorales declararon ganador a Maduro con 50,6 por ciento del voto, uno de los márgenes más apretados en años.

“Y yo me pregunto: ¿qué tiene que ver una doctora, que está haciendo trabajo humanitario, dando partes de cómo van las elecciones?”, dijo una de las médicas. “Eso se llama injerencia, no tiene otro nombre”.

Médicos falsos que repartían medicamentos

Para 2015, habían arreciado los vientos en contra para Maduro. Los precios internacionales del petróleo y la producción venezolana del crudo iban en caída. Había empezado la escasez de productos básicos. La oposición buscaba conseguir el control de la Asamblea Nacional y parecía encaminada a la victoria.

“Porque la oposición tenía todas las posibilidades de ganar, a nosotros se nos dio la tarea de salir a comprar votos”, explicó Raúl Manuel, médico cubano que ahora está en Brasil. “¿Comprar votos en qué sentido? Salir casa a casa con medicamentos”.

Manuel dijo que lo enviaron al estado de Barinas, donde nació Chávez. El sitio había empezado a rechazar al PSUV y el resentimiento hacia los doctores cubanos también iba en aumento por la percepción de su cercanía al gobierno chavista.

Cuando Manuel hizo sus visitas requeridas de casa en casa, algunos residentes le lanzaron a sus perros o llegaron a abrir la puerta armados, según él y otros médicos.
El día de la elección parlamentaria, Manuel dijo que lo enviaron a un bastión opositor. Cuando los primeros resultados anunciados mostraron a los opositores a la delantera se desató una pelea armada. Manuel dijo que terminó atorado en una calle sin salida mientras las balas volaban a su alrededor.

Llamó a su clínica para pedir ayuda, contó, pero el sitio estaba demasiado ocupado con el despliegue de doctores que movilizaban a los votantes a las casillas.

“Nos dijeron que no tenían autos para sacarnos de ahí”, dijo Manuel.
Añadió que, después del tiroteo, regresó a la clínica muy conmocionado y ahí se enteró de que funcionarios de otros departamentos, incluyendo de los ministerios de Deportes y de Cultura, también se hacían pasar como doctores en las visitas casa a casa.
“Nosotros, que éramos los médicos, debíamos prestarles las batas extra a esas personas”, recordó Manuel.

Agregó que los médicos falsos hasta repartieron medicamentos sin saber qué eran o cómo debían usarse.
“Estaban poniendo en riesgo la vida de muchas personas, se estaba poniendo en riesgo la vida de niños por una elección”, dijo Manuel.

Otro doctor cubano que estuvo en Barinas contó lo mismo: que los funcionarios del gobierno, vestidos como doctores, fueron desplegados con medicinas para conseguir votos.
Cuando se anunció el conteo de votos, el PSUV de Maduro había sido derrotado a nivel nacional y perdió su mayoría en el legislativo por primera vez desde 1999.
 
 

Partidarios de la oposición reunidos en Caracas a principios de marzo 
Credit Meridith Kohut para The New York Times

‘Así controlaban a la gente’

Para cuando Arias llegó, a finales de 2016, Venezuela iba cuesta abajo.

Por la implosión económica había una escasez crónica de alimentos. La inflación había golpeado con tanta fuerza que la gente pagaba con pilas de billetes que debían contarse con máquinas eléctricas en las cajas registradoras. El crimen y los asesinatos se dispararon.

Y luego estaban los hospitales. Como el gobierno no disponía de efectivo no podía importar medicinas básicas. Los cortes de agua significaban que los cirujanos debían lavarse con agua embotellada y sin jabón porque tampoco había.

Con la poca medicina que quedaba, los doctores enfocaron sus esfuerzos de proselitismo electoral en pacientes con enfermedades crónicas y que requerían de atención frecuente, dijo Arias.
“El asunto era con las enfermedades crónicas, en las que el paciente se muere si no recibe medicamento; así es como controlaban a la gente”, recordó Arias.
Maduro también luchaba por el control. Las protestas habían arrasado la capital durante meses y desencadenaron una represión por parte del gobierno en la que más de cien personas murieron en batallas callejeras.

Después de recibir amenazas de muerte por parte de pacientes, al doctor Arias lo enviaron a La Vela del Coro, un pueblo pesquero donde la escasez de alimentos había llevado a médicos y enfermeras a robar medicinas para intercambiarlas por abarrotes.
“Lo vi con mis propios ojos”, dijo al recordar cómo una enfermera cubana había intercambiado antibióticos por “un kilo de papas, un kilo de batatas”.

Los residentes de La Vela confirmaron que tanto los médicos cubanos como los venezolanos con frecuencia solían intercambiar medicinas por alimentos en el mercado negro.
A mediados de 2017 Maduro intentó consolidar su poder: organizó un referendo para que una segunda legislatura remplazara la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
Como consideró que la votación era ilegal, la oposición se rehusó a participar, así que solo se presentaron candidatos completamente leales al presidente.

La nueva legislatura rápidamente marginó a la Asamblea Nacional y se embarcó en un agresivo plan para silenciar a los críticos de Maduro.
El gobierno introdujo un polémico sistema de identificación llamado Carnet de la Patria, que el Partido Socialista usó tanto para las votaciones como para recibir subsidios alimenticios. Maduro instó a los ciudadanos a tramitar el carnet para recibir provisiones y los oficiales del partido instalaron kioscos fuera de los lugares de sufragio para revisar los carnets después de que los ciudadanos emitían su voto.

Arias dijo que en las visitas a domicilio los médicos empezaron a registrar a las personas para el carnet. Pero estas identificaciones aterrorizaban a los venezolanos, quienes temían que el gobierno pudiera saber cómo habían votado y restringiera el acceso a los alimentos en represalia.

Antes de las elecciones para gobernador de ese año, Arias recordó a una paciente epiléptica en el hospital que necesitaba tratamiento pero había rechazado el Carnet de la Patria.

“¡No quiero tener nada que ver con esta patria! ¡No quiero nada que ver con Maduro!”, recuerda que gritaba. La dejaron ir sin darle medicamento, dijo, “porque era de la oposición”. 
Llegaron los resultados y el partido de Maduro obtuvo una victoria desigual al llevarse diecisiete de las veintitrés gubernaturas a pesar de que las encuestas habían anticipado derrotas.
“Hoy la patria se ha fortalecido”, dijo Maduro aquella noche.  

La oposición intimidada

En 2018 Maduro tuvo que dar la cara ante los votantes.

Se tomaron medidas para asegurar su victoria. A un contendiente, Leopoldo López, lo trasladaron del arresto domiciliario a una prisión militar. A otro, Henrique Capriles, se le prohibió postularse junto con la mayoría de los partidos de oposición.

Mientras la escasez empeoraba, Maduro prometió subsidios considerables para aquellos que usaban el Carnet de la Patria. Dijo abiertamente: “La cosa es dando y dando”.
Pero su gobierno retuvo otros bienes de primera necesidad.
El doctor Arias dijo que los suministros médicos, siempre escasos en La Vela, pronto desaparecieron pues se estaban acumulando hasta la elección de mayo. Dice que sus superiores querían inundar los hospitales con las provisiones justo antes de la votación para dar la impresión de que Maduro había solucionado el desabastecimiento.
“Cuando vinieron las elecciones apareció todo: medicina, gas, gasas para los vendajes, sueros para inyectar”, dijo. Los vecinos de La Vela que habían ido a la clínica confirmaron que esta fue abastecida de súbito antes de la elección.
El asunto de los tanques de oxígeno todavía le pesa al doctor Arias.
Dijo que discutió una y otra vez con sus colegas. “Sí había, pero no me permitían usarlo”.



Médicos protestan contra la precariedad laboral y la falta de equipo de salud en Caracas, 
Foto: Credit Meridith Kohut para The New York Times

2015. La situación se ha deteriorado aún más desde entonces. Ángel Villegas, el alcalde opositor de La Vela, dice que también a él le negaron medicinas y le dijeron que había desabastecimiento.
“Hay una gran cantidad de servicios en donde uno siente que sí, que toman en consideración el hecho de que uno sea de la oposición”, dijo.
A medida que el día de la elección se acercaba, los doctores siguieron desplegándose en apoyo a Maduro.
“Llegan a tu casa y te hacen esa serie de preguntas, tú te pones a pensar: ‘Oye, si contesto que no, puede que me quiten el beneficio’”, dijo una paciente que no quiso dar su nombre por temor a las represalias del gobierno. “Te deja abrumado no poder dar tu opinión con libertad”.

El 20 de mayo Maduro fue declarado vencedor y aseguró así un segundo periodo presidencial. Para Arias fue demasiado.
Llegó hasta Chile, se refugió en una iglesia, solicitó asilo y se puso a limpiar pisos en un hospital porque no lograba emplearse como médico.
“Pero ya en última instancia que no pueda ser médico, por lo menos quiero ser persona”, dijo.
No queda claro cuántos otros doctores han abandonado las misiones médicas de Cuba alrededor del mundo –los cálculos informales rondan los miles–, pero las consecuencias son desoladoras. Arias y los otros son considerados desertores por el gobierno cubano y no pueden volver a reunirse con sus familias.
Ramírez, el cirujano dental, es uno de los pocos médicos entrevistados que han vuelto a practicar su profesión, en un pequeño consultorio en Ecuador.
“Uno no se da cuenta de lo correcto hasta que abre los ojos”, dijo. 


jueves, 7 de marzo de 2019

AQUELARRE ECONOMICO






Resultado de imagen para foto Jose Manuel Suarez Mier


Destroza la Política Monetaria Moderna (PMM)


José Manuel Suárez Mier
Para su publicación
En Excélsior, 7 de marzo de 2019.


En una columna reciente (¡Sin Restricción Presupuestal!, febrero 22) critiqué como absurdas las propuestas de quienes inventaron la PMM, los nuevos alquimistas que creen haber hallado la forma para que los gobiernos gasten sin límite mediante la impresión de dinero. 

Censuré, de paso, a “economistas que solían ser serios como Larry Summers… que sin llegar al extremo de adoptar la PMM, sustentan que no sólo es posible, sino deseable que el gobierno de EU gaste lo que se requiere para reconstruir su caduca infraestructura con más endeudamiento barato.” 

Resulta que Summers acaba de publicar un artículo en el que se deslinda de los autores de la PMM, y afirma que hay que evitar la “teoría del almuerzo gratis,” citando la frase de mi maestro Milton Friedman en la que advierte que las políticas públicas dadivosas siempre las paga alguien.

Compara a los nuevos alquimistas monetarios con los postulantes extremos de la “economía del lado de la oferta” que ganaron fama en los 1980s afirmando que bajar impuestos era una política que siempre generaba un crecimiento más acelerado, lo que hacía tal política autofinanciable. 

Yo conocí bien a quienes formulaban esa visión, Arthur Laffer, quien asesoró al Presidente Ronald Reagan, y Jude Wanniski, editor del Wall Street Journal convertido en influyente predicador del nuevo culto de abatir impuestos, lo que el Presidente George Bush (padre) llamó Voodoo Economics.
Summers afirma que ambas teorías extremas se basaban en ideas válidas. En el caso de la PMM, en que hay que revisar los prejuicios sobre política fiscal, igual que tasas impositivas altas llevan a abatir la recaudación en ciertos rangos, por lo que reducirlas la elevaría, como lo acredita la Curva de Laffer. 

Cita las principales falacias de la PMM: 

* Que mediante la impresión ilimitada de dinero, el gobierno puede financiar sus déficit a un costo cero, cuando en el mundo real el gobierno paga intereses en cualquier moneda que emita, que pronto se convierte en reservas que los bancos comerciales depositan en el banco central que les
paga intereses, por lo que la cantidad de dinero líquido en circulación no la controla el gobierno sino el público, que siempre puede llevarlo al banco. 

* A diferencia de lo que afirma la PMM, los gobiernos no pueden emitir dinero nuevo para pagar sus gastos y deudas sin que ello termine en la ruina, como lo respalda amplísima evidencia empírica de muchos países emergentes en los que tales prácticas llevaron siempre a la hiperinflación, como lo ilustra el trágico caso actual de Venezuela ilustra. 

* Quienes proponen la PMM creen en un modelo de economía cerrada, pero una política monetaria en esteroides como la que ofrecen, lleva a un colapso de la paridad, lo que a su vez retroalimenta la inflación, mayores tasas de interés de largo plazo, más altas primas de riesgo y el éxodo de capitales.
En México ya sufrimos una propuesta similar a la de los vocingleros de la PMM. Al final del sexenio de José López Portillo (1976-82) con el colapso del precio del petróleo, única exportación entonces, y de su cantidad al no querer ajustar los precios a la baja, el pésimo economista que era su hijo, asesorado por “académicos” de la Universidad Cambridge, propuso un plan de choque. 

Se trataba de subir el enorme gasto deficitario aún más, emitiendo dinero para alentar el crecimiento, cerrar la economía con un férreo control de cambios y expropiar los bancos para evitar su supuesta complicidad en la fuga de capital. La debacle resultante fue colosal y costó al país una década de estancamiento, de elevada inflación y de gravosas renegociaciones con acreedores externos. 

En su incultura económica absoluta, es obvio que los nuevos alquimistas de la PMM ignoran todo esto. ¿Cuánto tardarán estas gansadas en llegar a México?

EMMANUEL MACRON APUESTA A EUROPA






Resultado de imagen para foto oficial emmanuel macron





Carta de Emmanuel Macron a “los ciudadanos de Europa”
Emmanuel Macron publicó una carta dirigida a “los ciudadanos de Europa” y se aseguró de llegar a todos ellos publicando la misiva en los principales diarios de las 28 naciones que componen la Unión Europea, traducida a los 24 idiomas oficiales.



El presidente de Francia escribió una misiva en la que condensa varias propuestas para lograr lo que bautizó el“renacimiento europeo”. Comercio, seguridad y cambio climático en el centro de sus propuestas de cara a las elecciones de la Eurocámara.
Las elecciones del próximo 26 de mayo para renovar el Parlamento Europeo son el trasfondo sumado a un sensible componente desde Reino Unido: el Brexit.
Aquí la carta completa de Macron:

« Ciudadanos de Europa:
Si me he tomado la libertad de dirigirme a ustedes directamente, no es solo en nombre de la historia y de los valores que nos unen, sino también porque hay urgencia. Dentro de unas semanas, las elecciones europeas serán decisivas para el futuro de nuestro continente.
Nunca antes, desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha sido tan necesaria. Y, sin embargo, nunca ha estado tan en peligro.
El Brexit es ejemplo de todo ello. Ejemplo de la crisis de una Europa que no ha sabido satisfacer las necesidades de protección de los pueblos frente a los grandes cambios del mundo contemporáneo. Ejemplo, también, de la trampa europea. La trampa no es pertenecer a la Unión Europea, sino la mentira y la irresponsabilidad que pueden destruirla. ¿Quién les ha contado a los británicos la verdad sobre su futuro tras el Brexit? ¿Quién les ha hablado de perder el acceso al mercado europeo? ¿Quién ha advertido de los peligros para la paz en Irlanda si se vuelve a la frontera del pasado? El repliegue nacionalista no tiene propuestas; es un «no» sin proyecto. Y esta trampa amenaza a toda Europa: los que explotan la rabia, ayudados por noticias falsas, prometen una cosa y la contraria.
Frente a estas manipulaciones, debemos mantenernos firmes. Orgullosos y lúcidos. Recordemos primero qué es Europa. Es un éxito histórico: la reconciliación de un continente devastado, plasmada en un proyecto inédito de paz, prosperidad y libertad. No lo olvidemos nunca. Hoy día, este proyecto nos sigue protegiendo. ¿Qué país puede actuar solo frente a las estrategias agresivas de las grandes potencias? ¿Quién puede pretender ser soberano, solo, frente a los gigantes digitales? ¿Cómo resistiríamos a las crisis del capitalismo financiero sin el euro, que es una baza para toda la Unión? Europa es también esos miles de proyectos cotidianos que han cambiado la faz de nuestros territorios: una escuela renovada aquí, una carretera asfaltada allá, un acceso rápido a Internet que está llegando al fin… Esta lucha es un compromiso diario, porque Europa, como la paz, no viene dada. En nombre de Francia, abandero esta lucha sin descanso para hacer avanzar a Europa y defender su modelo. Hemos demostrado que lo que nos dijeron que era inalcanzable –como la creación de una defensa europea o la protección de los derechos sociales– finalmente era posible.
Con todo, hay que hacer más y más rápido. Porque hay otra trampa: la del statu quo y la resignación. Frente a las grandes crisis mundiales, los ciudadanos nos dicen a menudo: «¿Dónde está Europa? ¿Qué está haciendo Europa?». Para ellos, se ha convertido en un mercado sin alma. Pero sabemos que no es solo un mercado, que es también un proyecto. El mercado es útil, pero no debe hacernos olvidar lo necesario de las fronteras que nos protegen y de los valores que nos unen. Los nacionalistas se equivocan cuando pretenden defender nuestra identidad apelando a la salida de Europa, porque es la civilización europea la que nos une, nos libera y nos protege.
Pero los que no querrían cambiar nada también se equivocan, porque niegan los temores que atraviesan nuestros pueblos, las dudas que socavan nuestras democracias. Estamos en un momento decisivo para nuestro continente. Un momento en el que, colectivamente, debemos reinventar, política y culturalmente, las formas de nuestra civilización en un mundo cambiante. Es el momento para el Renacimiento Europeo. Así pues, resistiendo a las tentaciones del repliegue y la división, quiero proponer que, juntos, construyamos ese Renacimiento en torno a tres aspiraciones: la libertad, la protección y el progreso.
Defender nuestra libertad
El modelo europeo se basa en la libertad individual y la diversidad de opiniones y de creación. Nuestra libertad primera es la libertad democrática, la de elegir a nuestros gobernantes allí donde, en cada cita electoral, hay potencias extranjeras que intentan influir en nuestros votos. Propongo que se cree una Agencia Europea de Protección de las Democracias que aporte expertos europeos a cada Estado miembro para proteger sus procesos electorales de ciberataques y manipulaciones. En este espíritu de independencia, también debemos prohibir la financiación de partidos políticos europeos por parte de potencias extranjeras. Asimismo, a través de reglas europeas, debemos desterrar de Internet el discurso del odio y la violencia, porque el respeto al individuo es la base de nuestra civilización de la dignidad humana.
Proteger nuestro continente
Fundada en la reconciliación interna, la Unión Europea se ha olvidado de mirar a otras realidades en el mundo. Ahora bien, ninguna comunidad genera un sentimiento de pertenencia si no tiene límites que proteger. La frontera es la libertad en seguridad. En este sentido, debemos revisar el espacio Schengen: todos los que quieran participar en él deberán cumplir una serie de obligaciones de responsabilidad (control riguroso de fronteras) y solidaridad (una misma política de asilo con las mismas reglas de acogida y denegación). Una policía de fronteras común y una Oficina Europea de Asilo, estrictas obligaciones de control y una solidaridad europea a la que contribuyan todos los países bajo la autoridad de un Consejo Europeo de Seguridad Interior. Frente a las migraciones, creo en una Europa que protege a la vez sus valores y sus fronteras.
Estas mismas exigencias deben aplicarse a la defensa. Pese a que en los dos últimos años se han registrado avances significativos, debemos establecer un rumbo claro. Así, un tratado de defensa y seguridad deberá definir nuestras obligaciones ineludibles, en colaboración con la OTAN y nuestros aliados europeos: aumento del gasto militar, activación de la cláusula de defensa mutua y creación de un Consejo de Seguridad Europeo que incluya al Reino Unido para preparar nuestras decisiones colectivas.
Nuestras fronteras también deben garantizar una competencia leal. ¿Qué potencia acepta mantener sus intercambios con aquellos que no respetan ninguna de sus reglas? No podemos someternos sin decir nada. Tenemos que reformar nuestra política de competencia, refundar nuestra política comercial: sancionar o prohibir en Europa aquellas empresas que vulneren nuestros intereses estratégicos y valores fundamentales –como las normas medioambientales, la protección de datos o el pago justo de impuestos– y adoptar una preferencia europea en las industrias estratégicas y en nuestros mercados de contratación pública, al igual que nuestros competidores estadounidenses o chinos.
Recuperar el espíritu de progreso
Europa no es una potencia de segunda clase. Toda Europa está a la vanguardia: siempre ha sabido definir las normas del progreso y en esta línea debe ofrecer un proyecto de convergencia, más que de competencia. Europa, que creó la seguridad social, debe establecer para cada trabajador, de este a oeste y de norte a sur, un escudo social que le garantice la misma remuneración en el mismo lugar de trabajo, y un salario mínimo europeo adaptado a cada país y revisado anualmente de forma colectiva.
Retomar el hilo del progreso es también liderar la lucha contra el cambio climático. ¿Podremos mirar a nuestros hijos a los ojos si no logramos reducir nuestra deuda con el clima? La Unión Europea debe fijar sus ambiciones –cero carbono en 2050, reducción a la mitad de los pesticidas en 2025– y adaptar sus políticas a esta exigencia: Banco Europeo del Clima para financiar la transición ecológica, dispositivo sanitario europeo para reforzar el control de nuestros alimentos, y, frente a la amenaza de los lobbies, evaluación científica independiente de sustancias peligrosas para el medio ambiente y la salud, etc.
Este imperativo debe guiar todas nuestras acciones. Del Banco Central Europeo a la Comisión Europea, pasando por el presupuesto europeo o el Plan de Inversiones para Europa, todas nuestras instituciones deben tener al clima como prioridad.
Progreso y libertad es poder vivir del trabajo y, para crear empleo, Europa debe ser previsora. Para ello, no solo debe regular a los gigantes del sector digital, creando una supervisión europea de grandes plataformas (sanciones aceleradas para las infracciones de las normas de la competencia, transparencia de algoritmos, etc.), sino también financiar la innovación asignando al nuevo Consejo Europeo de Innovación un presupuesto comparable al de Estados Unidos para liderar las nuevas rupturas tecnológicas como la inteligencia artificial.
Una Europa que se proyecta hacia el resto del mundo debe mirar a África, con quien debemos sellar un pacto de futuro, asumiendo un destino común y apoyando su desarrollo de forma ambiciosa y no defensiva con inversión, colaboración universitaria, educación y formación de las niñas, etc.
Libertad, protección, progreso. Sobre estos pilares debemos construir el Renacimiento Europeo. No podemos dejar que los nacionalistas sin propuestas exploten la rabia de los pueblos. No podemos ser los sonámbulos de una Europa lánguida. No podemos estancarnos en la rutina y el encantamiento. El humanismo europeo exige acción y por todas partes los ciudadanos están pidiendo participar en el cambio.
Así pues, antes de finales de año, organicemos una Conferencia para Europa, junto a los representantes de las instituciones europeas y los Estados, con el fin de proponer todos los cambios necesarios para nuestro proyecto político, sin tabúes, ni siquiera revisar los tratados. Dicha conferencia deberá incluir a paneles de ciudadanos y dar voz a universitarios, interlocutores sociales y representantes religiosos y espirituales. En ella se definirá una hoja de ruta para la Unión Europea que traduzca estas grandes prioridades en acciones concretas. Tendremos discrepancias, pero ¿qué es mejor, una Europa estancada o una Europa que avanza a veces a ritmos diferentes, manteniéndose abierta al exterior?
En esta Europa, los pueblos habrán recuperado realmente el control de su destino. En esta Europa, estoy seguro de que el Reino Unido encontrará su lugar.
Ciudadanos de Europa: el impasse del Brexit nos sirve de lección a todos. Salgamos de esta trampa y démosle un sentido a las próximas elecciones y a nuestro proyecto. Ustedes deciden si Europa y los valores de progreso que representa deben ser algo más que un paréntesis en la historia. Esta es la propuesta que les hago para trazar juntos el camino del Renacimiento Europeo.
Emmanuel Macron »
-->

¿EN QUE HISTÓRICO RACISMO ANGLO-SAJÓN SE AFIRMA EL “FASCISMO TRUMPISTA“?




LA HISTORIA DE LOS MEXICANOS QUE FUERON LINCHADOS EN EL OESTE ESTADOUNIDENSE







Arlinda Valencia, descendiente de víctimas de linchamiento, en una ceremonis para recordarles en el Capitolio estatal en Austin, Texas el año pasado

NewYork Times en Español
Por SIMON ROMERO

5 de marzo de 2019

EL PASO, Texas — Arlinda Valencia estaba en un funeral cuando un tío le contó un secreto familiar desconcertante: una turba de linchamiento anglosajona había matado a su bisabuelo.
“Una mezcla de dolor y conmoción me abrumó porque esto era lo primero que sabía al respecto”, dijo Valencia, de 66 años y quien lidera un sindicato de maestros en El Paso, Texas. “Entre más investigaba, más impactada estaba por cuántos mexicanos fueron linchados en este país”.

Valencia y otros descendientes de víctimas de linchamiento ahora piden que se preste atención a una de las campañas más sombrías de terror racista en el Oeste estadounidense: los linchamientos de miles de hombres, mujeres y niños de ascendencia mexicana desde mediados del siglo XIX hasta muy entrado el siglo XX.

Algunas víctimas fueron quemadas vivas, como Antonio Rodríguez, de 20 años, un trabajador migrante que en 1910 fue arrastrado desde una cárcel en Rocksprings, Texas, fue atado a un árbol y después le prendieron fuego. Otras turbas colgaron, latiguearon o dispararon a mexicanos, muchos de los cuales eran ciudadanos estadounidenses. En ocasiones atraían a multitudes que se contaban por miles.

Los linchamientos han sido asociados desde hace mucho tiempo con la violencia contra los estadounidenses de raza negra en el sur de Estados Unidos, y estas atrocidades son recordadas en el Monumento Conmemorativo Nacional para la Paz y la Justicia en Alabama, también conocido como el Monumento Conmemorativo a los Linchamientos; los linchamientos de latinos se han difuminado en la historia y se les ha prestado menos atención. A menudo, han sido representados como intentos de ejercer la justicia en nombre de los colonizadores blancos que protegían su ganado o derecho a la tierra.

No obstante, un nuevo movimiento quiere traer a la luz ese pasado olvidado y ha provocado discusiones sobre la lucha por la tierra o el derecho a la minería que influenciaron con frecuencia estos linchamientos, así como los rastros de dichos episodios en el renaciente sentimiento antilatino y la pregunta que hay en muchas partes de Estados Unidos: ¿quién debe contar la historia?

“La conquista del Oeste es aún un relato de progreso increíble para muchos estadounidenses”, dijo Monica Muñoz Martinez, una profesora de Estudios Americanos en la Universidad de Brown que ha escrito mucho sobre la violencia antimexicana en Texas.

“Pero a pesar de la falta de voluntad para reconocer estos linchamientos como una tragedia, o incluso simplemente reconocerlos, se está creando una inercia para finalmente lidiar con estos acontecimientos”, dijo Muñoz Martinez, quien fue criada en Texas y es cofundadora de Refusing to Forget, un grupo comprometido con generar mayor conciencia sobre la violencia sancionada por el Estado contra latinos en Texas.

Texas, que consagró la supremacía blanca en su constitución de 1836 cuando los anglosajones propietarios de esclavos se separaron de México, tuvo por mucho la mayor cantidad de episodios de violencia por turbas contra personas de ascendencia mexicana, de acuerdo con William D. Carrigan y Clive Webb, historiadores que han documentado dichos casos.

Las razones dadas para estos linchamientos varían ampliamente, incluidas acusaciones de abigeato o robo de ganado, asesinato, hacer trampa con los naipes, rehusarse a tocar el violín, gritar “¡Viva Díaz!” e, incluso, brujería.











 

 Foto
"Rangers" de Texas en el King Ranch en el sur de Texas en 1915 con lazos atados a los cuerpos de Jesús García, Mauricio García y Amado Muñoz.
 
Credit Colección fotográfica Robert Runyon/Centro Dolph Briscoe para la Historia Estadounidense vía Universidad de Texas en Austin








En 1880, una turba en el condado Collin al norte de Texas acusó a Refugio Ramírez, su esposa y su hija adolescente, María Inés, de hechizar a sus vecinos. Los tres fueron quemados vivos, de acuerdo con Laura F. Edwards, una historiadora en la Universidad de Duke.

En otro episodio en 1882, un hombre de ascendencia mexicana identificado como Augustin Agirer presentó una denuncia contra un hombre anglosajón que disparó contra su perro. En represalia, los anglosajones rastrearon a Agirer y lo mataron a tiros frente a su esposa, informó en ese entonces The Austin Weekly Statesman.

En 1922, un grupo de diez hombres se llevó a Elías Villarreal Zárate de una cárcel en Weslaco en el sur de Texas, donde estaba detenido por pelear con su compañero de trabajo que era blanco. La Prensa, un periódico de San Antonio, describió cómo la turba lo colgó; la ira de los diplomáticos mexicanos se desató, pues intentaban erradicar ejecuciones de ese tipo.

Uno de los episodios de linchamiento más controversiales en cualquier lugar del Oeste involucra a los ancestros de Valencia, la lideresa del sindicato de maestros de El Paso. La familia y varios vecinos se habían establecido en una zona de Porvenir en una franja remota del oeste de Texas en el río Grande, donde se ganaban la vida como granjeros.

Sin embargo, el 28 de enero de 1918, un grupo de ganaderos anglosajones, rangers (agentes) de Texas y soldados de caballería del Ejército de Estados Unidos llegaron a la población mientras las familias dormían. Se llevaron a quince hombres, el más joven de ellos tenía 16 años, los llevaron a un acantilado desde donde se veía el río y les dispararon a quemarropa.

Después de incendiar Porvenir hasta que solo quedaran las cenizas, los rangers y los rancheros afirmaron, sin ofrecer ninguna prueba, que los pobladores eran ladrones. Sostuvieron que las víctimas eran informantes de los mexicanos que atacaron el cercano rancho Brite el mes anterior. También indicaron que habían recibido disparos.

No obstante, investigaciones conducidas por el ejército y el Departamento de Estado descubrieron que los mexicanos no estaban armados cuando fueron asesinados. El bisabuelo de Valencia, Longino Flores, estaba entre los fallecidos. Su abuelo, Rosendo Mesa, era un niño en ese entonces. Sobrevivió porque había salido a comprar provisiones.

“Mi abuelo se calló todo acerca de la masacre, lo cual me sorprendió”, dijo Valencia, al reflexionar sobre por qué le tomó tanto tiempo descubrir sobre las ejecuciones. “Recuerda, esto es Texas. Se hacen reverencias a los casi divinos rangers de Texas. Incluso en la actualidad, la verdad es difícil”.
Valencia descubrió lo difícil que es hasta ponerse de acuerdo en los hechos que rodean a los linchamientos cuando historiadores y descendientes de las víctimas en Porvenir, una población en gran parte borrada de la memoria local después de que fue arrasada en 1918 y los sobrevivientes huyeron, solicitaron ante la Comisión Histórica de Texas que se colocara una placa conmemorativa.

“No me digas que si la policía mata a un anglosajón en la ciudad de Chihuahua, no habrá diferencias en el relato de lo ocurrido”, dijo Jim White III, de 70 años, un descendiente de la familia Brite, cuyo rancho no está lejos de Porvenir y fue uno de los atacados un mes antes de los linchamientos.

“Era un tiempo turbulento en la frontera y había muchas personas que eran asesinadas en ambos lados”, dijo White, quien todavía vive en el rancho familiar y evita llamar a las ejecuciones una masacre. “Es 2019, ¿cierto? Sacar provecho de tu raza ya no funciona”.







Foto

Una placa para conmemorar la masacre en Porvenir Credit Jessica Lutz
Otros que se han opuesto a la placa conmemorativa incluyen a la presidenta de la comisión histórica, que expresó preocupación de que sea usada por “latinos militantes” que buscan reparaciones de daños. Al abogado del condado de Presidio le preocupa que la ceremonia de dedicación para la placa sirva como pretexto para un “mitin político importante” por parte de Beto O’Rourke, el demócrata que el año pasado fue candidato al Senado de Estados Unidos, de acuerdo con The Texas Observer, que escribió un reporte exhaustivo sobre la disputa.

Después de varios retrasos, los descendientes finalmente obtuvieron su placa a finales de 2018 en una autopista cerca del poblado arrasado. La consiguieron después de que el presidente estatal de la comisión histórica, John Nau —un magnate de la distribución de cerveza que dona grandes sumas a los funcionarios republicanos— les dijo a miembros del personal que preguntaran sobre colocar placas que describieran ataques que ocurrieron en ranchos anglosajones durante la época de la masacre en Porvenir.

“Los comentarios del presidente Nau fueron ofrecidos como un consejo sobre cómo el condado debería abordar las preocupaciones locales de que la historia completa sobre este periodo de la historia de Texas no era contada”, dijo Chris Florance, un portavoz de la comisión.

Aunque la tensión sobre cómo conmemorar los linchamientos en Porvenir persiste, existen cientos de ejemplos de otras ejecuciones extrajudiciales de latinos documentadas en otros estados aparte de Texas, algunos en lugares lejanos de la frontera.

Por ejemplo, en 1919, dos ciudadanos mexicanos estaban encarcelados en Pueblo, Colorado, como sospechosos del asesinato de un policía. Una turba irrumpió en la cárcel, se llevaron a los dos hombres a los límites del pueblo y los colgaron durante una fuerte tormenta frente a unas cien personas. El Paso Herald reportó que el cónsul de México en Denver investigó el episodio y concluyó que la turba había linchado a los hombres equivocados.

En la Old Town Plaza de Albuquerque, en Nuevo México, donde ahora las tiendas de regalos y los restaurantes atienden a los turistas, tres hombres identificados como Escolástico Perea, Miguel Barrera y California Joe fueron colgados por una turba de unos doscientos residentes en 1881 en conexión con el asesinato del topógrafo Charles Potter.

“Aunque los linchamientos en general deben ser condenados, cada caso tiene una excepción”, reportó en ese entonces The Santa Fe New Mexican. “En el caso del asesinato cobarde de Charles Potter, es muy dudoso que la justicia se pueda impartir con demasiada rapidez”.

California soportó su propia irrupción de linchamientos de mexicanos durante la Fiebre del Oro de 1848 hasta 1855, a medida que la competencia para reclamar la propiedad de minas se intensificó. Los mineros anglosajones usaron la violencia de las turbas en un intento de expulsar a los mexicanos o cumplir su venganza. En un episodio en 1851, una turba colgó a Josefa Segovia en Downieville, California, después de que ella apuñaló a un hombre anglosajón que intentó atacarla.

Intentos por parte de los colonizadores anglosajones de tomar el control de las tierras que eran propiedad de mexicanos, aunados a los temores de que los mexicanos pudieran ayudar a los esclavos afroestadounidenses a fomentar revueltas, contribuyeron al sentimiento de hostilidad que rodeó algunos linchamientos. En la década de 1850, varios condados en Texas expulsaron a mexicanos y, en 1854, la ciudad de Austin ordenó que cada mexicano se fuera a menos que estuviera avalado por anglosajones.

Los estados fronterizos luchan una vez más contra los esfuerzos de conservadores prominentes para etiquetar a los migrantes latinos como una amenaza para la seguridad. Algunos en la zona fronteriza ven paralelos entre los antiguos brotes de militancia antilatina en Estados Unidos y citan ejemplos como los justicieros armados que patrullan el desierto de Arizona, la expansión de la Patrulla Fronteriza y los exhortos a las deportaciones masivas de migrantes latinos sin papeles.

“Con todo lo que está sucediendo en la frontera, me enfurece que estos linchamientos fueran barridos debajo de la carpeta”, dijo Brandi Tobar, de 19 años, una estudiante universitaria en San Tan Valley, Arizona, y descendiente de uno de los hombres ejecutados en Porvenir. Tobar es coautora de una canción, “Village Called Porvenir”, que recuerda la masacre.

Agregó: “Si no queremos que algo como esto se repita, es momento de que el país entero conozca la verdad”.

LINK ORIGINAL  https://www.nytimes.com/2019/03/02/us/porvenir-massacre-texas-mexicans.html