Un sondeo da ventaja al no en Escocia mientras avanza el recuento
De “El País“ de MADRID
Una masiva participación ha marcado el referéndum que
decidirá no solo el futuro de Escocia y de Reino Unido sino también, en
cierta medida, de Europa. Desde las siete de la mañana (las ocho en la
España peninsular) y hasta el cierre de las urnas, a las 22.00 (las
23.00 en España), los escoceses y demás residentes en Escocia mayores de
16 años han depositado en las urnas las papeletas que van a decidir si se independiza o sigue formando parte de Reino Unido.
Los resultados definitivos se conocerán este viernes, en torno a las
seis o siete de la mañana (hora peninsular española). El primer sondeo
publicado tras el cierre de los colegios electorales, realizado por la consultora YouGov,
prevé un triunfo del no con una ventaja de ocho puntos. Los unionsitas,
según esta encuesta, obtendrían un 54% de los apoyos frente al 46% de
los independentistas
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La consulta de YouGov no es un sondeo a pie de urna.
Para obtener este resultado, la casa de encuestas contactó de nuevo con
ciudadanos a los que había entrevistado recientemente. YouGov fue la
primera consultora que dio una ligera ventaja del sí a la independencia en un sondeo publicado hace dos semanas.
Los inversores parecen apostar claramente por una
victoria del no. La Bolsa de Londres y la libra esterlina han registrado
subidas en la jornada, lo que se interpreta por los analistas como una
apuesta por la victoria de quienes defienden la permanencia de Escocia
en Reino Unido. La divisa británica ha llegado a cotizar a su nivel más
alto frente al euro en dos años, aunque al cierre ha cedido ligeramente
posiciones hasta situarse en los 1,271 euros por libra. En el caso del
índice principal de la bolsa de Londres, el FTSE 100, ha cerrado la
jornada bursátil con una subida del 0,52%, hasta los 6.815 puntos.
“Los partidarios del no esperan claramente alzarse con
la victoria”, ha asegurado Neil Jones, de Mizuho Bank, en declaraciones a
Bloomberg. “En consecuencia, el mercado está comprando libras para
compensar los planes de contingencia que se habían puesto en marcha por
si ganaba el sí y se producía un colapso financiero”, aclara. En las
últimas semanas, el temor a una victoria del sí a la independencia había
amenazado a la divisa británica, una de las cuestiones que ha centrado
el debate de los últimos dos años entre partidarios y detractores de la
independencia.
Durante esta jornada se han formado grandes colas a las
puertas de los colegios electorales, y un 80% de los 790.000 ciudadanos
que pidieron votar a distancia han ejercido su derecho. Son
apenas el 10% de la población, aunque ocupan un tercio del territorio
de Gran Bretaña, pero el referéndum de independencia de Escocia está
destinado a transformar el país entero, de una forma u otra.
El tramo final de la campaña ha desatado pasiones, acusaciones de juego sucio por ambas partes y la movilización del establishment
de Londres para evitar que los escoceses se vayan. Las encuestas
apuntan a que se acabarán quedando, pero los estrechos márgenes de casi
todas ellas y el ascenso del sí en las últimas semanas de campaña
hacen que el resultado sea impredecible. El último sondeo, publicado la
noche del miércoles por YouGov, da al no una ventaja de cuatro puntos
sobre el sí.
Los escoceses se lo han tomado muy en serio. 4.285.323 personas se
han apuntado en el registro electoral, el 97% de los que tenían derecho a
registrarse. Uno de los primeros en votar esta mañana ha sido el ministro principal escocés, Alex Salmond.
"Es un momento extraordinario. Es una oportunidad que solo se presenta
una vez en la vida", ha declarado a la salida del colegio electoral. El
ex primer ministro británico Gordon Brown también ha sido uno de los
primeros en acudir a las urnas.
La participación se esperaba que fuera altísima,
probablemente por encima del 90%, lo que dará mayor legitimidad a una
decisión que, si se acaba tomando por un margen muy estrecho, provocará
polémica dentro y fuera de Reino Unido. Europa aguarda atenta al
resultado. El presidente francés, François Hollande,
ha advertido de la posible "deconstrucción" de la Unión Europea por el
auge de los nacionalismos y ha apuntado que en el referéndum escocés se
puede decidir no sólo el "futuro" de Reino Unido, sino de todo el
continente. En España, los partidos nacionalistas también están
pendientes de la consulta. El presidente catalán, Artur Mas,
comparecerá mañana ante los periodistas poco antes de que el Parlamento
de esa comunidad autónoma celebre el pleno para aprobar la Ley de
Consultas, que ampara el referéndum secesionista que plantea la
Generalitat.
A pesar de la expectación, el resultado de la consulta
escocesa se hará esperar. El peculiar sistema de recuento que aplican
los británicos en sus comicios hace que los últimos y quizás decisivos
votos no se conozcan hasta las seis o las siete de la mañana del
viernes, ocho o nueve horas después de que cierren los colegios
electorales a las diez de la noche, las once en España.
El país está dividido en 32 consejos municipales y en
cada uno de ellos se centraliza el recuento. Lo primero que se hace es
contar el número de papeletas recibidas para asegurase de que la cifra
cuadra con el número de personas que han ejercido su derecho al voto.
Luego empieza el recuento propiamente dicho.
Se espera que a las dos de la mañana se conozcan los
resultados de los primeros siete consejos municipales, pero ese
resultado puede ser engañoso porque se trata de zonas rurales poco
pobladas que suman poco más del 15% del total de votantes registrados.
Los resultados en Edimburgo y Glasgow, que suman ellas solas el 20% del
electorado, no llegarán hasta las seis de la mañana. Y para entonces aún
faltará Aberdeen, la capital petrolera, que pesa un 4,1% en el conjunto
del censo.
El profesor Michael Keating, director del Centro Escocés sobre el
Cambio Constitucional, cree que el auge del sí en el tramo final antes
del referéndum se debe “a la desastrosa campaña del no y a que el sí
está sobre el terreno”. Los independentistas han estado en los miles de
debates vecinales celebrados en Escocia sobre la independencia. “En
muchos de esos debates, los del no ni siquiera estaban. Han hecho la
guerra aérea: bombardear. Y la historia reciente de los conflictos
militares nos ha enseñado que no se puede ganar una guerra desde el
aire, tienes que estar sobre el terreno”.“La campaña del no ha sido increíblemente incompetente, demasiado negativa. Una amenaza es efectiva, dos ya no tanto y tres amenazas eliminan a las dos primeras porque la gente ya no te cree. Vas a perder la libra, te van a echar de la UE, tu economía y los bancos se van a desplomar, te vas a quedar sin defensa, los terroristas van a venir aquí… Todo eso no tiene ninguna credibilidad”, continúa el profesor.