EL TELESCOPIO
En la inserción externa se nos va el
futuro. De hecho, ya perdimos varios trenes, aunque el llamado
Trans-Pacific Partnership (TPP por sus siglas en Ingles) al cual Trump
renuncio, pero los otros 11 estados miembros decidieron seguir adelante,
eliminando alguno de los temas más complejos, todavía se puede
alcanzar.
El TLC con Chile, vergonzosamente encajonado y la adhesión al Tratado
en Cooperación en materia de Patentes (PCT por sus siglas en Ingles)
que cuenta con 152 países signatarios mientras que Uruguay junto con un
grupo de luminarias democráticas como Burundi, Myanmar y Venezuela, ha
optado por quedar fuera, están en el mismo cajón. El cajón de la
ignominia. En el inofensivo TLC con Chile los negociadores de dicho pais
tuvieron el buen tino de adelantarse a extensos intercambios en temas
que sabían que Uruguay no estaba en condiciones de avanzar y ellos
mismos cambiaron la redacción para que fuera aceptable. Hasta eso.
En lo que hace al TLC con China, ya Brasil y Argentina (en menor
grado) están en contra, aunque se lo hacen saber a los chinos y no a
Uruguay. Sin embargo, Uruguay parece haber aceptado que algunos barcos
de la flota pesquera china operen desde Rocha y Montevideo, quizás la
peor decisión posible ya que la flota china es considerada dentro de las
más corruptas del mundo. Pescaran más allá de los límites sustentables
de las poblaciones, no aceptaran observadores a bordo, acabaran con las
poblaciones de merluza que compartimos con Argentina y se llevaran hasta
las piedras. No es nada personal. Es lo que han hecho en todos los
países donde fueron “invitados”. Tampoco hay posibilidades de un TLC si
no, quizás, un Acuerdo de Alcance Parcial donde podríamos colocar más
frutas y carne. Hasta ahí. No son “compañeros”. Son un poder
neocolonialista e hiper capitalista. No aceptarían ni sindicatos ni
mucho menos ocupaciones.
En el TLC entre el Mercosur y la Unión Europea hay avances. Si se
escucha poco es porque algo funciona. Nadie debería oponerse si se trata
de un acuerdo en el marco del Mercosur como exigía el FA. ¿No?
El sector del gobierno que apoya la firma de tratados de libre
comercio incluye desde el grupo renovador del Partido Socialista hasta
el Frente Liber Seregni. Los ministerios son el de Relaciones
Exteriores, Economía y Finanzas, OPP y Agricultura. Hay dudas si el
Ministerio de Industria seguiría la línea del silencioso, pero activo,
MPP o respetaría sus responsabilidades frente al deber y lealtad a la
Presidencia de la Republica, la cual promueve los TLCs activamente. Su
ministra es precandidata por lo que deberá pensarlo bien. En pocas
palabras, el gobierno es rehén de su sindicato y sus socios en la
coalición.
La oposición son el Partido Comunista, el PIT-CNT (que es una
extensión del PCU), Casa Grande y la casi desaparecida 711. El MPP
guarda silencio para terminar “arbitrando”. Son pocos, pero
disciplinados, hacen ruido, amenazan y el líder del MPP- Honoris Causa
de prestigiosas universidades globales- ofrece “trancar todo”, revelando
en total dimensión al verdadero totalitario y autoritario escondido en
piel de cordero y que la edad no lo llevo a la sabiduría sino al odio.
Mi propuesta es, primero, sabiendo que toda la oposición esta a favor
de TLCs y que sectores del FA también, lo mejor es ir a un referéndum o
utilizar cualquier otro mecanismo constitucional para que el resultado
sea el de una Consulta Popular. En otras palabras, que sean todos los
uruguayos los que decidan que es lo que quieren y no las bases de la
Mesa Política del FA. Es el futuro de nuestros hijos y el destino del
país que queremos. No que los TLCs sean una panacea, pero si permitirán
ser mas competitivos y acceder a nuevos o viejos mercado con aranceles
bajos o sin aranceles. Y crearían trabajo, nuevas PYMES para atender la
demanda que generan los TLCs, nos permitirían insertarnos en la economía
del conocimiento y, finalmente, pero en lo personal lo más importante,
nos forzaría a cambiar la idiosincrasia que hace que los uruguayos
prefiramos refugiarnos en el pasado y nos obligaría a reflexionar sobre
el futuro e incorporarnos a cadenas globales de valor. Nos daría
esperanza que es lo que la gran mayoría de uruguayos quieren. Al menos,
una esperanza que esta pesadilla se acaba.
En estrecha relación con el tema de los TLCs, ya que lo ideal sería
intercambiar bienes y productos con mayor valor agregado, el informe
publicado hace una semana por la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (OMPI), la agencia de propiedad intelectual de la ONU es
revelador, por decir lo menos. Ahí se describe, en detalle, el estado de
la situación global, el capital intangible, innovación y las tendencias
irrebatibles de la economía del conocimiento. El nuevo mundo de capital
intangible. Donde nos tocará vivir. Algunas conclusiones,
- “En promedio, corresponde al capital intangible el 30,4% del valor total de los productos manufacturados vendidos entre 2000 y 2014.
- La cuota del capital intangible aumentó, pasando del 27,8% en 2000 al 31,9% en 2007, pero se ha mantenido estable desde entonces.
- En su conjunto, el ingreso derivado de los activos intangibles aumentó del 75% entre 2000 y 2014 en términos reales, ascendiendo a 5,9 billones de dólares EE. UU. en 2014.
- Corresponde a tres grupos de productos –productos alimentarios, vehículos de motor y textiles– prácticamente el 50% del ingreso total generado por el capital intangible en las cadenas globales de valor del sector manufacturero.”
Los sectores conservadores y hasta reaccionarios del FA, como
dijimos antes, no querrán saber del tema. Tienen miedo al cambio y a la
inclusión real. No solo ideológicamente sino por el
miedo al “imperio” y a que la “robotización” tenga un impacto en el
empleo. Hasta los cajeros tenían miedo cuando se instalaron los cajeros
automáticos.
Por supuesto que lo tendrá, pero ningún país industrializado tiene
tasas de desempleo altas. Se construyó, primero, un ecosistema con la
educación como centro del proceso de cambios de paradigmas e inserción
externa. Previeron. Educaron para competir en este nuevo mundo.
Los gobiernos del FA llevan gastados 530 millones en Ceibalitas donde
el contenido es de dudosa calidad los maestros y profesores nunca
estuvieron preparados para gestionarlas y no está dirigido a promover el
conocimiento como herramienta fundamental del desarrollo. Tampoco se
subió-como prometido-el porcentaje del PIB que vendieron en la campaña,
de llegar al 1% en I+D+I (más la inversión privada) Estamos en 0.43% que
el mismo nivel de inversión que Malta.
De ahí el título del artículo. Los trenes no paran en la Estación
Uruguay, pero el cartero no demorara en traernos la noticia de que el
país esta en bancarrota.
http://eltelescopio.com.uy/el-tren-no-llama-dos-veces-el-cartero-si/