Millones de jóvenes estudiantes de
países de ingreso bajo y mediano enfrentan la posibilidad de perder
oportunidades y percibir sueldos más bajos en el futuro debido a que las
escuelas primaria y secundaria no les brindan las herramientas
necesarias para prosperar en la vida, se afirma desde el organismo
multilateral.
De acuerdo con un nuevo informe del
Banco, en el que se alerta sobre una "crisis del aprendizaje" en la
educación a nivel mundial, la escolarización sin aprendizaje no es solo
una oportunidad desaprovechada, sino también una gran injusticia para
los niños y los jóvenes de todo el mundo.
Incluso después de asistir a la escuela
durante varios años, millones de niños no saben leer, escribir ni hacer
operaciones matemáticas básicas, afirma el informe.
La crisis del aprendizaje está ampliando
las brechas sociales en lugar de cerrarlas. Los estudiantes jóvenes que
ya se encuentran en una situación desventajosa debido a la pobreza, a
conflictos, a cuestiones de género o a discapacidades llegan a la
primera etapa de la adultez sin contar siquiera con las competencias más
básicas para desenvolverse en la vida.
"Esta crisis del aprendizaje es una
crisis moral y económica", declaró el presidente del Grupo Banco
Mundial, Jim Yong Kim. "En el caso de los jóvenes, la educación, cuando
funciona como es debido, fomenta el empleo, incrementa los ingresos,
mejora la salud y reduce la pobreza. A nivel social, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social. Pero estos beneficios dependen del aprendizaje, y la escolarización sin aprendizaje es una oportunidad desaprovechada. Más
aún, es una gran injusticia: los niños con los que la sociedad está más
en deuda son aquellos que más necesitan de una buena educación para
prosperar en la vida".
Carencias
Según el informe, en Kenya, Tanzanía y
Uganda, cuando se pidió recientemente a los alumnos de tercer grado que
leyeran una frase sencilla como "El perro se llama Fido" en inglés o en
suajili, el 75 % de los evaluados no entendió lo que leía.
En las zonas rurales de la India, casi
el 75 % de los alumnos de tercer grado no pudo resolver una resta con
números de dos dígitos como 46 - 17, y en quinto grado la mitad aún no
era capaz de hacerlo.
En Brasil, si bien las habilidades de
los estudiantes de 15 años han mejorado, al ritmo actual de avance les
llevará 75 años alcanzar el puntaje promedio en matemática de los países
ricos. En lectura, les llevará 263 años.
Como si lo precedente fuera poco, estas
estadísticas no dan cuenta de los 260 millones de niños que, debido a
los conflictos, la discriminación, las discapacidades y otros
obstáculos, no se inscriben en la escuela primaria ni secundaria.
Si bien no todos los países en
desarrollo muestran diferencias tan extremas en el aprendizaje, muchos
están aún muy lejos de los niveles que aspiran a alcanzar. Reconocidas
evaluaciones internacionales de alfabetismo y aritmética muestran que el
estudiante promedio de los países de ingreso bajo tiene peor desempeño
que el 95 % de los estudiantes de los países de ingreso alto, es decir,
ese niño recibiría atención especial si concurriera a una escuela de un
país de ingreso alto. Muchos alumnos con buen desempeño de los países de
ingreso mediano (jóvenes que han llegado al cuartil más alto de sus
respectivos grupos) se ubicarían en el cuartil inferior si estuvieran en
un país más rico.
Es posible lograr avances significativos
En el informe se señala que, cuando los
países y sus dirigentes hacen del "aprendizaje para todos" una prioridad
nacional, los niveles educativos pueden mejorar considerablemente.
Por ejemplo, Corea del Sur, que a
principios de la década de 1950 era un país devastado por la guerra, con
tasas de alfabetización muy bajas, en 1995 ya había logrado la
matrícula universal con una educación de alta calidad hasta la
secundaria.
Los resultados de 2012 de Vietnam en la
prueba de matemática, ciencias y lectura para estudiantes de secundaria
del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus
siglas en inglés), de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos, revelaron que los estudiantes de 15 años del país
asiático tenían el mismo rendimiento que los de Alemania, a pesar de
ser un país mucho más pobre.
Entre 2009 y 2015, Perú fue uno de los
países donde los resultados del aprendizaje general mejoraron con mayor
rapidez gracias a una acción concertada en materia de políticas.
En varios países (como Liberia, Papua
Nueva Guinea y Tonga), la competencia lectora en los primeros grados
aumentó considerablemente en muy poco tiempo gracias a que se realizaron
intervenciones específicas basadas en la evidencia internacional.
"La única forma de avanzar es 'buscar la verdad a partir de los hechos'. Y, en este sentido, los hechos relacionados con la educación revelan una verdad dolorosa. Para demasiados niños, escolarización no significa aprendizaje", señaló Paul Romer, economista principal del Banco Mundial.
En el informe se formulan tres recomendaciones de políticas a seguir:
En primer lugar, evaluar el aprendizaje para que su mejora sea un objetivo formal y medible.
Actualmente, solo la mitad de los países
en desarrollo cuenta con sistemas de medición para evaluar el
aprendizaje de los estudiantes al término de la primaria o el primer
ciclo de la secundaria. Las evaluaciones de alumnos bien diseñadas
pueden ayudar a los docentes a orientar a los estudiantes, mejorar la
gestión del sistema y concentrar la atención de la sociedad en el
aprendizaje. Estas medidas permiten fundamentar las decisiones de
política a nivel nacional, seguir de cerca los avances y hacer hincapié
en los niños que se encuentran rezagados.
En segundo lugar, adaptar las prácticas escolares a las necesidades de los estudiantes.
Establecer condiciones equitativas
reduciendo el retraso del crecimiento y promoviendo el desarrollo
cerebral a través de la buena nutrición y la estimulación en los
primeros años de vida para que los niños estén en condiciones de
aprender cuando comiencen la escuela. Atraer a personas idóneas al
ámbito de la enseñanza y mantenerlas motivadas adaptando la capacitación
docente reforzada por mentores. Utilizar tecnologías que ayuden a los
docentes a enseñar al nivel del estudiante, y fortalecer la capacidad de
gestión y las facultades de los directores de escuela.
En tercer lugar, movilizar a todos aquellos que tienen incidencia en el aprendizaje.
Utilizar la
información y los indicadores para movilizar a la ciudadanía, aumentar
la rendición de cuentas y generar la voluntad política para llevar a
cabo una reforma educativa. Involucrar a las partes interesadas,
incluida la comunidad empresarial, en todas etapas de la reforma, desde
el diseño hasta la implementación.
"Los países en desarrollo están muy lejos de donde deberían estar en el área del aprendizaje. Muchos no invierten suficientes recursos y la mayoría debería invertir con mayor eficiencia. Pero
no es solo una cuestión de dinero; los países también deben invertir en
la capacidad de las personas y las instituciones que tienen a su cargo
la educación de nuestros hijos", declaró Jaime Saavedra, exministro de
Educación de Perú y actual director superior de Educación del Banco
Mundial. "La reforma educativa reviste carácter urgente y requiere la
perseverancia y la alineación política del Gobierno, los medios de
comunicación, los empresarios, los docentes, los padres y los
estudiantes. Todos ellos deben valorar el aprendizaje y exigir su mejora".
Crítica a la implementación del Plan Ceibal
En el informe, en un apartado referido a
la incorporación de nuevas tecnologías, se critica enfáticamente la
implementación del programa "Una computadora por alumno", ejemplificando
con nuestro país y Perú y calificándolo de totalmente ineficaz.
Dice el informe, en su página 23:
"Garantizar que la nueva tecnología de la información y las
comunicaciones pueda implementarse realmente en los sistemas actuales.
Las intervenciones que incorporan la tecnología de la información y las
comunicaciones tienen, en algunos casos, los mayores impactos en el
aprendizaje. Pero por cada programa de gran eficacia -como el programa
de aprendizaje dinámico con ayuda de computadoras para estudiantes de
escuelas secundarias en Delhi, que permitió obtener en matemática y
lengua puntajes más altos que la gran mayoría de otras intervenciones de
aprendizaje puestas a prueba en la India u otros lugares- hay programas
totalmente ineficaces, como el denominado 'Una Computadora por Alumno'
de Perú y Uruguay, que no tuvo impacto alguno en los conocimientos de
lectura o matemática de los estudiantes. Las tecnologías que no se
adaptan bien a las condiciones reinantes no suelen llegar al aula o, si
lo hacen, no suelen usarse".