Caracas, 14 de Junio
Frente a la brutal represión del gobierno y la grave
crisis de gobernabilidad en Venezuela
Ante los graves acontecimientos por los que atraviesa
el país y la acelerada profundización de la crisis provocada por la propuesta
fraudulenta e inconstitucional de una Asamblea Constituyente, hacemos un nuevo
llamado a la comunidad internacional, en especial a los gobiernos representados
en la OEA, a actuar de manera muy firme para contener las intenciones del
gobierno de Nicolás Maduro de avanzar con una iniciativa que no sólo viola la
Constitución Nacional sino que pretende consolidar una dictadura sanguinaria en
nuestro país.
La represión y las atrocidades cometidas por los
cuerpos de seguridad, especialmente por la Guardia Nacional, contra jóvenes
manifestantes que por más de dos meses han tomado las calles, ya han cobrado hasta la fecha cerca de 70 asesinados
y un muy elevado número de heridos. Los detenidos pasan de 3.000 y algunos de
ellos sometidos a juicios militares, contrariando las garantías
constitucionales.
Por todo lo anterior, hacemos un llamado a los
gobiernos democráticos del hemisferio, así como a las organizaciones de la
sociedad civil dedicadas a la preservación y defensa de los derechos humanos,
para que no cesen de elevar su voz de condena frente a estos atropellos y se
sumen a las demandas de sanciones internacionales directas contra los
represores y violadores de aquellos derechos.
Tanto en la OEA como en la ONU, los relatores
especiales encargados de la observación de los derechos humanos sobre distintos
ámbitos, han expresado interés en visitar Venezuela para observar de forma directa
las violaciones perpetradas por el gobierno. Es necesario insistir en estas
peticiones que la dictadura se niega a aceptar.
En fechas próximas tendrá lugar la Asamblea General de
la OEA y se reanudará también la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores. Es ésta una nueva oportunidad para que los gobiernos del
hemisferio se expresen haciendo un firme
llamado a la restauración del orden democrático y la búsqueda de una perentoria
solución al conflicto que padece Venezuela, adoptando medidas de presión
más efectivas que disuadan al gobierno a renunciar a sus pretensiones de
mantener el estado de cosas actual y a entablar negociaciones con las fuerzas
democráticas con vistas a acordar mecanismos concretos de carácter político,
institucional y económico que saquen al país del peligroso trance en que está.
Otras instancias regionales, como Mercosur, están
también comprometidas en este esfuerzo por preservar la institucionalidad
democrática venezolana y disponen igualmente de adecuados instrumentos
diplomáticos y jurídicos que podrían ser aplicados frente a la grave situación
venezolana.
Caracas,
14 de junio 2017