Vladimir Putin pensaba llegar el lunes próximo a Ankara para una visita significativa a su colega Erdogan. La agenda estaba cargada porque el conflicto en Siria no hace otra cosa que agravarse y esto tensa permanentemente las relaciones entre ambos vecinos.
Pero sucedió lo que suele suceder cuando "el timing" de los conflictos no es tenido en cuenta por los actores decisivos: llega un momento que las cosas comienzan a salirse de cauce y el conflicto original se ramifica hacia otras direcciones, compromete nuevos actores u obliga a intervenir mas allá de la prudencia a alguno de los actores ya en juego.
El miércoles 10 de octubre, un avión civil de línea Airbus A-320, de bandera siria, fue obligado a aterrizar en el aeropuerto de Ankara-Esenboga por dos cazas turcos para ser sometido a "una revisiòn de seguridad". La información generada porteriormente, es decir, el jueves y viernes siguiente no aclaró en nada la sitaución aunque dejó en evidencia que el deterioro de las relaciones entre los 3 países en cuestión es cada vez profundo.
Con su habitual ductilidad, Moscu puso el grito en el cielo (aunque no era suyo el avión algunos pasajeros eran rusos). Putin suspendió sine die su visita a Ankaea y el ministro ruso de RR.EE. exigió explicaciones porque la acción habría puesto en peligro la vida de esos pasajeros de origen ruso. Pocas veces se ha visto reaccionar al Kremlin con tanta virulencia para defender los derechois de sus ciudadanos. Es más ojalá defendiese esos derechos internamente con la misma energía.
Una hipótesis imposible de comprobar es que, en realidad la cólera rusa respondia a que en el inocente avion de linea sirio iba una importante carga de armamento, municiones, material de telecomunicaciones, partes de misiles, etc. La especie es incomprobable pero no deja de ser coherente con la iracundia rusa.
Es mas, coincide exactamente con la versión del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía que convocó el jueves al embajador ruso en ese país para hacerle saber que el avión había sido liberado luego de 9 horas de meticulosa revisión durante la cual se habian incautado un número importante de “elementos de dudosa naturaleza”
Una fuerte rusa muy cercana a los operadores y exportadores de armas afirmó que no tenían informaciòn fidedigna sobre la presencia de armas en ese vuelo comercial y no dejaron de hacer notar que los cargamentos de armas de relativa importancia se vehiculizan por otros medios que los aviones de línea,
Aunque el argumento es de peso, no excluye que desde Rusia se haya utilizado el vuelo regular para algún envío muy específico.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía rechazó, por su lado terminantemente las acusaciones que tanto Moscú como Damasco hicieron sobre malos tratos sobre los pasajeros e, incluso, sobre la puesta en peligro de su seguridad física. El ministerio turco afirmo que los pasajeros ocupantes del avón estuvieron permanentemente custodiados por personal civil y con asistencia médica profesional
El jueves el gobierno sirio reclamó la restituciÓn de "toda la mercadería" (?) que las autoridades turcas habrían retenido e insistió en el hecho que el desvío forzado del avión no es más que un elemento de la política agresiva de Turquía hacia Siria que recibe refugiados fugitivos que régimen de Bachar el Assad y que incluso bombardea el territorio sirio. Como medida de retorsiòn, siria suspendió sus importanciones de electricidad desde Turquia.
En los días siguientes este diálogo de sordos que, por momentos, se torna de caricatura, no ha cesado. Ambos países se han vetado sus respectivos espacios aéreos para el vuelo de sus líneas comerciales. Todo indica que detrás de este zainete en realidad se están moviendo fichas más importantes. El tiempo dirá, quizás, qué es lo que había, si había, en el aparentemente inocente Airbus A-320 de la aerolínea siria.
Lo que seguramente no está claro, es cuando fijará fecha Putin para su suspendido viaje a Ankara.