La China de Mao en la escuela
Editorial de EL PAIS de Montevideo
3 de enero 2015
La mayoría de los niños y adolescentes que
serán los futuros ciudadanos del país, solo accede a un conocimiento
sumario de la historia reciente del Uruguay y del mundo cuando cursa
Educación Primaria.
En efecto, sabido es que la mayoría de los
jóvenes no termina la Secundaria. Además, los que llegan a cursar
tercero y cuarto de liceo no siempre tratan estos temas en Historia por
lo extenso de los programas. Así las cosas, la amplia idea que se haga
el escolar de sexto año en estos asuntos será, en la mayoría de los
casos, la única que tenga en su futuro.
Los libros de referencia utilizados por los escolares
son también importantes para los maestros. Allí hay material pedagógico y
un relato legitimado para estudiar sobre "Historia y construcción de la
ciudadanía". Uno de los más vendidos es editado por Santillana y
dirigido por Alejandra Campos. ¿Quiere saber cómo se presenta el régimen
de Mao en la escuela?
La visión que se tenga sobre China es muy relevante.
No solamente porque es el país más poblado, sino porque es hoy en día la
segunda potencia económica mundial y se transformó en el siglo XXI en
principalísimo socio comercial del país y de toda Sudamérica. China vive
un régimen dictatorial comunista desde 1949, y Mao Tse-Tung fue el
protagonista más importante en la proclamada República Popular China,
hasta su muerte en 1976.
En la página 114 del texto escolar hay una sintética
presentación de "la China de Mao". Allí se menciona el Gran Salto
Adelante que se lo define así: "En 1958 se inició un programa de
estímulo a la productividad en el que se concentró el esfuerzo del
gobierno y los trabajadores durante varios años". Al pasar, el texto
subraya que "existían tensiones políticas dentro y fuera del país.
Dentro de China había malestar por el excesivo centralismo del
presidente Mao".
También se define el papel internacional de China por
esos años, y se señala que "surgió un socialismo chino, con sus propias
ideas sobre cómo llevar adelante la revolución. Algunos grupos de
izquierda en distintos países optaron por el maoísmo como estrategia
para llegar al socialismo". Finalmente, en un recuadro de la misma
página, se hace mención al viraje al capitalismo de China a partir de
1978, con resultados espectaculares en materia de crecimiento del PBI
por habitante.
El texto escolar no hace una sola mención al régimen de
terror que condujo Mao en China.
Cualquiera que lo lea creerá que hubo
alguna tensión política y "malestar". Nada hay, por ejemplo, acerca de
las consecuencias del mencionado Gran Salto Adelante, que fue la gran
hambruna de 1958-1961. Los cálculos de los historiadores más
prestigiosos varían, pero todos coinciden en afirmar que ese plan fue un
fracaso y que, como resultado directo de esas políticas insistentemente
aplicadas por el gobierno comunista, murieron más de 20 millones de
chinos (y tal vez cerca de 35 millones). Tampoco se mencionan las
atroces consecuencias de su Revolución Cultural del período 1966-1969.
No hay una sola referencia a la brutal represión y
violaciones a los derechos humanos en tiempos de Mao. Las estimaciones
de estudios más recientes revelan que el régimen comunista en China
causó la muerte violenta de cerca de 10 millones de personas (no
solamente chinos, sino también coreanos y tibetanos, entre otros). La
cantidad total de personas que pasaron por los campos no ha podido ser
calculada, pero se estima que, en cualquier año del gobierno de Mao que
se considere, había unos 10 millones de prisioneros. Probablemente
otros 25 millones de chinos murieron de hambre, frío y falta de atención
médica en las cárceles y campos de concentración.
El saldo total de muertes del régimen comunista
maoísta seguramente supera los 50 millones de personas. Es una cifra
similar a la cantidad de gente que murió en la Segunda Guerra Mundial, y
superior, incluso, que la terrible represión estalinista de la cual,
por cierto, no hay mención exhaustiva alguna a lo largo de todo el
libro.
Así, con estos enormes silencios, se presenta la
China de Mao en nuestras escuelas. ¿Cómo pretender que, luego, los
ciudadanos se hagan una idea del camino chino hacia el socialismo, si
nunca jamás se enteraron de lo que efectivamente allí ocurrió?
La edición del libro de Historia de sexto de Primaria
es de 2012. Muy pocas voces, casi inaudibles, lo han criticado.
Pacíficamente el Uruguay admite que se oculte la verdad a sus nuevas
generaciones de ciudadanos. Se construye así un relato falso de la
Historia.