jueves, 9 de febrero de 2012

LA MASACRE SIRIA Y EL “VETO INFAME“ DE RUSIA Y CHINA




Photo Reuters                                      

LA MASACRE SIRIA Y EL “VETO INFAME”
DE RUSIA Y CHINA




El 5 de febrero, el editorial de “El País” de Madrid ostentó el título de ”Un Veto Infame” para referirse a lo acontecido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el día anterior. Pocas veces la por demás complicada historia de ese Consejo ha asistido a una exhibición de esta calaña. Porque no solamente Rusia y China interpusieron su veto -(eso muchas veces ha sucedido y, desde todas las posturas políticas, todos los horizontes ideológicos y los cálculos geopolíticos, se han visto vetos razonables, vetos poco explicables y vetos injustificables), pero, para que se justifique el calificativo de ”infame“, las que merecen ser particularmente destacadas son las condiciones en las que se ejerció ese derecho y las desconcertantes argumentaciones exhibidas por los países que utilizaron el veto.

Vamos primero por estas últimas. La argumentación rusa pretendió fundarse en que cualquier declaración o acción que se decidiese sobre o en Siria debía partir de la aceptación de la igualdad de responsabilidad entre el gobierno de Bachar el Assad y “los sublevados”. En el año de masacres que, a pesar de los esfuerzos gubernamentales para impedirlo, se han difundido por el mundo, se cuenta con los dedos de una mano las imágenes o testimonios en los que los asesinos no pertenecen al bando gubernamental. Pretender entonces la existencia de “dos bandos“ igualmente responsables en el saldo actual de más de 6.000 muertos es una argumentación que sólo la tradición de la diplomacia rusa ha podido pergeñar.

Pero, desde luego, apresurémonos a decir que la argumentación china no es mucho mejor. Totalmente “...impermeable a cualquier atropello a los derechos humanos...”, como con acierto la califica el editorial de ”El País” arriba mencionado, la política de la China exhibe una argumentación todavía más inverosímil que la rusa. A la China le parece que el veto ejercido es una manera de impedir más muertes y turbulencias en Siria. Con tan poco sentido del “timing“ se esgrimió el argumento chino que pareció no estar al tando de que, pocas horas antes, el ejército de Bachar el Assad había llevado a cabo su enésimo raid de artillería pesada contra la ciudad de Homs, dando muerte al menos a 200 personas. Cabe señalar que, a la fecha en la que damos por concluída la redacción de esta entrada (9 de febrero), la ciudad de Homs sigue bajo fuego constante y han pasado 4 días durante los cuales las muertes se han ido apilando unas sobre otras.

Si, en este caso, las argumentaciones son particularmente patéticas (recordando siempre que en la historia del Consejo de Seguridad,  todos los países, cuando han vetado o no, han esgrimido argumentos muchas veces muy cuestionables) y parecen sobrepasar las tradiciones de todas las “Real Politik“ del pasado, en buena medida es porque las características de la moción vetada son, también, muy particulares. 

En primer lugar la moción puesta a votación es presentada por Marruecos y, sustancialmente, apoyada en la Liga Árabe que fue quien hubo de enviar una serie de, por demás cuestionados, “observadores” a Siria donde hicieron todos los esfuerzos posibles para “no ver nada” demasiado escandaloso para el régimen árabe en el poder en Siria. Es decir, esta moción no la presenta ni los EE.UU. ni Inglaterra, ni Francia, ni la UE. Por el contrario el siempre malévolo “Occidente” a los  ojos rusos y chinos (esos seculares campeones del respeto a los principios de la ética y del derecho internacional), se llamó a silencio en el seno del Consejo y dejó que fuese esa Liga Árabe, poco sospechosa de previa proclividad ”pro imperialista”, quien liderase la propuesta contra el régimen sirio. Como señala la prensa internacional, el veto levantó una fuerte reacción de indignación contra Rusia y China en buena parte del mundo árabe que había visto, con cierto orgullo, el protagonismo que viene asumiendo (finalmente) la Liga Árabe. Regímenes árabes preocupados por la democracia, como Túnez, ya retiraron sus diplomáticos y están rompiendo relaciones con el régimen de Damasco.

En segundo lugar es necesario recordar a los lectores QUÉ decía la propuesta presentada por Marruecos en nombre de la Liga Árabe.  Como era de esperarse, la propuesta de resolución que fuese vetada por Rusia y China ni hablaba de intervención de nadie en territorio sirio, ni proponía generalizar las sanciones que los países han ido tomando en los últimos meses de manera autónoma ni proponía medida radical alguna contra el régimen: la resolución vetada por Rusia y China se limitaba a proponer que las Naciones Unidas reclamasen el fin de la represión y la violencia y que se tomasen medidas para que el (tarde o temprano extinto) régimen de Bachar el Assad tuviese una salida razonablemente negociada del poder.

O sea: lo que Rusia y China hicieron fue vetar la posibilidad de discrepar con lo que sucede en Siria. No se puede pedir el cese de las masacres ni el final de un régimen moribundo totalmente ilegítimo: Rusia y China no quieren que las Naciones Unidas ni siquiera hablen de la existencia de violencias sobre la población de parte del gobierno sirio y que ni siquiera se considere la obviedad de que a Bachar el Assad hay que conseguirle una residencia fuera de Siria lo más rápidamente posible porque en horas, días, semanas o meses,  será derrocado, encarcelado o asesinado, pero su final está a la vista desde hace meses. Eso fue el veto: no defendía ninguna soberanía, ningun regionalismo original, ninguna autonomía nacional o religiosa. Prohibía declarar en contra de la Siria de Bassar el Assad. Rusia y China vetaron una declaración para permitir que Bachar el Assad siguiese asesinando en paz a todos los sirios que se le ocurran. Que nadie se sorprenda: su padre lo hizo ya hace muchas décadas.

Pero por increíble que esto parezca, “el veto infame”, aunque injustificable, tiene una explicación que, aunque no sea razonable, es una suerte de explicación. Y en parte la explicación comienza por Irán.

Pocas veces se advierte, desde este lado del planeta, que el régimen iraní es musulmán (más precisamente musulmán chiita) pero también es profundamente anti-árabe. Los iraníes culturalmente se consideran (y lo son) persas e insisten, desde el fondo de los tiempos, en diferenciarse de las dos otras grandes culturas que ocupan el mundo musulmán: la árabe y la turca.

Aunque hubo algunos momentos de relaciones relativamente cordiales entre iraníes y árabes (por ejemplo cuando el Sha de Persia empujaba una política occidentalizante y modernizadora), en la actualidad el chiismo iraní es utilizado como una herramienta de influencia, control y represión sobre las poblaciones árabes chiitas y sunitas. Como occidentales estamos acostumbrados a percibir a Hizbollah y a Hamas como dos herramientas anti-israelíes. Y lo son. Pero no advertimos que, al mismo tiempo, son herramientas de ocupación en el Líbano, de contralor del movimiento palestino en Gaza y Cisjordania y de expansión imperialista persa en el mundo árabe. La historia de los regímenes árabes, particularmente los del Golfo, algunos del Magreb e incluso Egipto, es una historia de resistencia al intervencionismo, a la prepotencia, a los intentos de asesinato de monarcas y gobernantes y a las agresiones militares de un Irán que no se resigna a no controlar férreamente una buena parte del área.

La mayor estupidez (hubo otras) de la política internacioanl del presidente Bush hijo fue destruir el poder árabe sunní en Irak que se encarnaba en la poco simpática figura de Saddam Hussein. Con ello le entregó el país a los árabes chiitas y éstos ya están bajo la férula de Irán que los acompaña en el chiismo y los desprecia, al mismo tiempo, como árabes culturalmente ajenos e ”inferiores” a los persas.

Se puede dudar (particularmente en las últimas décadas) de la voluntad de paz de Israel, se puede dudar de la voluntad de paz de los palestinos: de lo único que no se puede dudar es que el enemigo principal de la paz entre Israel y los palestinos es Irán. En ese escenario de una paz entre Israel y los palestinos, quedaría totalmente aislado en el ámbito regional y toda su política hacia el Occidente quedaría cuestionada. Su ”balcón” al mundo pasaría esencialmente por el patético Afganistán donde tampoco goza de particular simparía.

Todo esto viene a cuento porque, en el mundo árabe, el único árabe coludido realmente con Irán es Bachar el Assad. Desde su dependencia geopolítica de Irán, pasando por su afiliación a la rama alauita del Islam (que es más cercana de los chiitas que de los sunitas) hasta el conjunto de la politica siria en Líbano donde opera al servicio del régimen iraní al punto de poner a sus servicios al mando de la autoria intelectual y material del asesinato del lider libanés Rafik Hariri, todo hace evidente que Bachar el Assad y su gobierno en Siria son, en última instancia, instrumentos del totalitarismo teocrático iraní.

Por eso es que Bachar el Assad es tan defendido, sus políticas inmorales tan ignoradas y sus responsabilidades tan poco puestas a prueba. Porque enfrentarlo implica enfrentar directamente a Irán. Y como todos sabemos, Irán está hoy, como la China o Rusia, “de moda” entre los países “emergentes”, suertes de nuevos ricos recién llegados, que tratan de averiguar cómo se usan los cubiertos ahora que se sienten invitados a la mesa principal.

Hasta en América Latina, tan remota y tan perdida, Irán es cortejado. Lo es por el régimen bananero de Chávez, por el binomio Lula-Roussef, que está convencido que importa en la política internacional y, en general, por todos las demás coloridas aves tropicales y subtropicales latinoamericanos ”progresistas”, que hacen antiimperialismo gratis ante sus esforzados votantes que no tienen la más pálida idea ni donde queda Irán ni qué es realmente el régimen iraní. En una cosa la peronista Cristina Kirchner no se equivocó. Es la única que. por ahora. no le rinde pleitesía a Irán. La voladura de la embajada israelì y de la AMIA en Buenos Aires, por personal de primer nivel del actual gobierno iraní, están demasiado frescas y su olvido ostensible sería electoral y políticamente muy costoso.

Desde luego que, en la postura rusa, hay otros elementos que se agregan al temor a enemistarse con el régimen iraní abandonando a su suerte a Bachar el Assad. Está la estratégica base de Tartus que Siria cediera a la entonces URSS en 1971 y que es el único punto del Meditarráneo donde la flota rusa puede hallar refugio y están las copiosas ventas de armas. Sin mencionar la necesidad de posicionarse, condescendiente pero preventivamente, en el programa nuclear iraní.

Pero la esencia del problema radica en lo anteriormente desarrollado. Con este veto en Siria, Rusia tendrá que elegir entre Irán y Siria y el mundo árabe y, en el largo plazo, no estamos seguros que esté posicionándose del lado ganador, en especial cuando Turquía, cada vez más ostensiblemente comienza a apoyar a la crecientemente organizada oposición siria.



Ver Links:


http://www.lemonde.fr/proche-orient/article/2012/02/05/le-vote-de-moscou-et-pekin-denonce-par-le-monde-arabe_1639115_3218.html

http://www.aljazeera.com/news/middleeast/2012/02/201224162422121856.html

http://www.nytimes.com/2012/02/05/world/middleeast/syria-homs-death-toll-said-to-rise.html?_r=1&ref=middleeast

http://www1.folha.uol.com.br/mundo/1044222-russia-diz-que-ocidente-e-culpado-por-fracasso-de-resolucao-a-siria.shtml

http://mg.co.za/article/2012-02-05-doubleveto-blocks-un-resolution-on-syria/

http://www1.folha.uol.com.br/mundo/1044022-sirios-invadem-embaixadas-a-espera-de-resolucao-na-onu-contra-assad.shtml

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/02/05/actualidad/1328445547_512169.html

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/02/05/actualidad/1328398595_988210.html

http://www.lanacion.com.ar/1446110-siria-se-desangra-y-divide-al-mundo

http://www.lanacion.com.ar/1446111-feroz-masacre-en-homs-mas-de-200-muertos